Hablamos con Marc, Guadalupe y Ferran, personas voluntarias y trabajadores de Barcelona, que viajaron especialmente a Valencia para ayudar como lo han hecho miles de personas ante el abandono de los gobiernos.
Sábado 2 de noviembre
En primer lugar, ¿por qué habéis ido a Valencia desde Barcelona y qué situación habéis encontrado?
Vinimos aquí yo, Marc, con mi mujer, Guadalupe y mi padre, Ferran, de forma altruista y solidaria, a traer agua, leche y pan. Y a garantizar que llegaran a quienes lo necesitan. Hay dos cosas que me impactaron. La unión de la gente, la cantidad de gente que va caminando con palas, escobas durante dos y tres horas para trabajar voluntariamente donde hiciera falta. Y la recogida de alimentos, constantemente llegan camiones con agua, comida, ropa de centenares de iniciativas. Está todo el mundo volcado a ayudar.
El primer punto donde llegamos fue a Paiporta, donde está el centro de mando. Y nos han dejado acceder hasta Sedavi, que es “zona cero”, una de las zonas más afectadas. Hay gente que perdió todo lo que tenía. Vas caminando y ves coches amontonados, contenedores marítimos tirados sobre zonas industriales. Impresiona.
Otro problema muy grande que hay es el barro y agua estancada durante días, junto a animales muertos, personas muertas. Eso es un foco de infección impresionante. El olor a barro y a descomposición debido a la putrefacción de los cuerpos que no se han encontrado, animales, aguas negras que se van mezclando con todo y se quedan estancadas. Y no se sabe si se va a poder limpiar, es un foco de infección. Sabemos un caso de una persona que sufrió una amputación de un pie por gangrena, al haber tenido contacto con la humedad y el barro. Es muy impactante.
¿Qué situación hay respecto a las personas desaparecidas?
En Sedavi, han levantado un dron y han encontrado en un descampado 80 muertos. Si en unas pocas horas han encontrado esta cantidad de muertos, no sé de dónde sacan los 200 muertos oficiales. No me lo creo. El número es extremadamente más elevado. En una situación así, los números que se anuncian son los que quiere poner la prensa, no más. Al final, si a nosotros en dos horas nos han notificado ya 81 cadáveres, cómo puede ser que sólo hayan contabilizado 200, no me lo creo. Hay un centro comercial y un Mercadona que siguen inundados, y la gente sigue ahí abajo, evidentemente sin vida.
Han dicho que hay 1900 desaparecidos, pero a nosotros nos han dicho que no tienen forma de saber cuántos son. Que hay tantos que no pueden hacer una lista. Te digo que son bastantes más. Los cuerpos van apareciendo cuerpos a medida que se va limpiando el barro de las calles.
¿Cómo habéis vivido la inacción de los gobiernos y el contraste con la solidaridad de la gente voluntaria?
Lo primero es que, ¿cómo puede ser que no seamos capaces de prever una catástrofe natural? La alerta llegó cuando ya estaba diluviando y la gente ya había salido de su casa. Creo que a los dirigentes no les importa lo que nos pase.
Lo que más nos ha molestado es que, en el centro de mando, donde había militares de la UME, Legionarios, etc., iban todos con el uniforme bien limpio. En la “zona cero” donde estaba el problema de verdad, donde se necesitaban personas para vaciar los garajes y liberar las calles de muebles, ahí no he visto ni un solo militar. Ni uno. Los bomberos del ADF (Agrupacions de Defensa Forestal) han traído maquinaria desde Palafolls, Montcada y Reixac, Santa Susana para ayudar en las tareas.
Mientras, los alcaldes decían que no era necesario ir con excusas, diciendo que ya no podían almacenar más comida, cuando la gente la estaba pidiendo a gritos. Esto también nos ha molestado mucho.
Pero la gente que iba a ayudar era impactante. Iba a pie, porque el transporte terrestre está bloqueado, sólo se puede entrar por tierra andando, es una pasada ver a la gente que se pega unas caminatas de tres horas para llegar con una escoba y barrer una calle.
El gobierno tiene los recursos suficientes para enviar camiones cargados de agua sin problemas y no lo está haciendo ¿Tenemos que ser nosotros los que llevamos agua, que compramos con el dinero de nuestro trabajo y llevarlo de nuestro bolsillo? ¿Y no el gobierno, que no hizo nada? No lo entiendo.
¿Con qué imágenes os quedáis?
A medida que vas llegando la primera imagen que ves es el río enorme, la marca de la devastación de agua, que ahora ha bajado el río. La gente caminando hacia allí, horas. Y cuando entras, pasado Paiporta, allí ya es devastación, cantidad impresionante de camiones y coches amontonados. Impresiona mucho, impacta. Las caras de la gente allí ves que están preocupadas, limpiando sus casas, en un bloque de pisos encuentras montones de muebles, buscando su coche.
Un mensaje que queráis enviar desde vuestra experiencia en Valencia…
El mensaje que podríamos mandar es que nos tenemos que ayudar entre nosotros. Da igual el color de la banderita del gobierno que tengamos encima, que si no lo hacemos entre nosotros mismos, ellos ni nadie nos lo va hacer. Lo más impactante para mí, es ver a la gente que se organiza unilateralmente para ayudar, de manera voluntaria.
Por último, queríamos mencionar y agradecer al equipo de airsoft “Tocats per la Boira” que han colaborado económicamente con nosotros para que podamos viajar a Valencia.
Cynthia Lub
Doctora en Historia en la Universidad de Barcelona (UB), especializada en clase trabajadora durante el franquismo y la Transición, también en estudios sobre género y clase, feminización del trabajo y precariedad. Docente de educación secundaria pública.