El 1 de julio será un día histórico para San Lorenzo. Una victoria producto de la organización y lucha continua.
Domingo 30 de junio de 2019 23:37
Imagen: @SanLorenzo
El 30 de junio, los hinchas del club realizaron una vigilia para finalmente festejar la toma de posesión de los terrenos donde San Lorenzo originalmente tenía su cancha. Una fiesta de amplia convocatoria donde tocaron reconocidas figuras como Vicentico y Axel entre otros artistas para aproximadamente 40.000 personas.
No es cualquier lucha
En 1979 durante la dictadura militar y bajo la intendencia de Osvaldo Cacciatore, forzaron al club a rematar sus terrenos con la excusa de que abrirían una calle en el lugar y urbanizarían la zona. Lo peor llegó después cuando, no solo le sacaron el espacio a San Lorenzo sino que lo vendieron a una empresa multinacional. Esta gran derrota dejó a socios e hinchas del club en una posición completamente penosa ya que habían hecho un negocio millonario con su espacio, con el barrio; Av. La Plata e Inclan eran patrimonio de Carrefour. Los cuervos no se quedaron de brazos cruzados y comenzaron una pelea incansable para recuperar eso que les pertenecía a tantas generaciones: el corazón de Boedo.
Resignacion cero
San Lorenzo, había perdido su identidad, su barrio y su actividad cultural pero la comunidad eligió no resignarse. Así se forma la subcomisión del hincha con Adolfo Res, personalidad que motiva la lucha y organización de todos los socios e hinchas del ciclón para recuperar los terrenos. Tal es así que consigue convocar una masiva movilización hacia la legislatura, donde presionaron para que una ley les permitiera volver a Boedo. Con una votación afirmativa en su totalidad, avanzaron en el cumplimiento de un sueño que parecía imposible: la ley de restitución histórica. La lucha continuó con organización y propuestas de la comunidad del ciclón que avanzó incansablemente hasta lo que hoy ganaron, la toma de posesión de la cancha original. Recuperar la historia de San Lorenzo, es sin dudas un gran ejemplo de que triunfa quien persevera y suma adeptos a su causa, un triunfo colectivo. Este hecho deja un gran aprendizaje para la comunidad, si pudieron conseguir recuperar la cancha, unidos y convencidos de que a contracorriente había que dar esa pelea y vencer, bien se puede luchar por otras causas, para dar vuelta este sistema corrupto que, entre otras cuestiones, arrebató las tierras al club. Los hinchas pudieron entender rápidamente que no había que permitir una injusticia como esta, una decisión política para hacer negocios millonarios. La gran lección que se desprende es que unidos, se puede triunfar e invertir las prioridades, en este caso la identidad de un club y el barrio pero bien podría ser recuperar el control de los servicios públicos para que dejen de generar lucro o la nacionalización de la banca para que no se fuguen los capitales, "San Lorenzo, decime que no sirve luchar".