La formación de ultraderecha ha afirmado que “ya es hora” de que entren a formar parte de gobiernos y aplicar su programa. Un mensaje directo al Partido Popular, cuyo secretario general ha rechazado, afirmando que no buscan más gobiernos de coalición.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Miércoles 26 de enero de 2022
Vox busca entrar a formar parte del poder ejecutivo a partir del próximo ciclo electoral. Así lo han afirmado tanto Rocío Monasterio, portavoz en la Asamblea de Madrid, como Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso.
El mensaje de la ultraderecha es claro, apoyará a los gobiernos del PP siempre y cuando esto traduzca en gobernar en coalición, afirmando que buscan aplicar de forma más directa su programa político. Por su parte, el PP ha rechazado dicha opción, afirmando en múltiples ocasiones que busca gobernar en solitario y que se acabó el tiempo de los gobiernos de coalición.
El partido de Abascal espera buenos resultados en las elecciones de Castilla y León donde no sólo se consolidarían como tercera fuerza, sino que quedarían relativamente cerca del PP y PSOE quienes prácticamente empatarían.
En esta tesitura, Vox trata de desgastar al PP afirmando que tendrán que elegir entre ellos y el PSOE para gobernar. En lugares como Andalucía, también se baraja ya un posible cogobierno PP-Vox, entrando este último a sustituir a Ciudadanos que se encuentra en desbandada a nivel estatal, como también sucedería en Castilla y León de darse el escenario que buscan los de Abascal.
Queda por ver hasta qué punto serán capaces desde el PP de controlar al que ahora se sitúa como su socio preferente tras la absorción de gran parte de Ciudadanos en el último ciclo político. Si bien el discurso de Vox se plantea de forma muy agresiva, también es cierto que han intentado movimientos similares en el pasado, como tratar de forzar adelantos electorales en Andalucía o ciertas condiciones de apoyo a Isabel Díaz Ayuso en Madrid que no han terminado de fructificar. Lo que revelaría que Pablo Casado tendría quizás más margen de maniobra de lo que pueda transmitirse mediáticamente.
Aún así se trataría de un escenario complejo para el partido mayoritario de la derecha española que podría verse arrinconado entre la opción PSOE y la opción Vox, pudiendo perder votantes a ambos lados del espectro político.
La decisión no solo tendría implicaciones externas sino también internas, a nivel partidario, ya que no dejaría de reflejar la pelea entre sectores de un PP que posee un importante sector trumpista encarnado en Ayuso y el PP madrileño, que ya ha maniobrado exitosamente un apoyo de Vox sin mayores concesiones al proyecto de la ultraderecha, entre otros motivos porque comparten grandes trazos de este.
Roberto Bordón
Andalucía