Ministro de Economía anunció por twitter la medida que autoriza a que servicios de delivery pueden empezar a funcionar hasta la medianoche sin ninguna mayor garantía para sus trabajadores en caso de contagio.
Daniel Vargas Antofagasta, Chile
Miércoles 6 de mayo de 2020
Mediante su cuenta de twitter el Ministro de Economía informó que se autorizaba el funcionamiento para entrega de comida y medicamentos.
A partir de hoy 5 mayo, se autoriza despacho a domicilio (delivery) de comida y remedios hasta 24:00. Buena noticia para muchas #pymes, y tb para familias! Grs por apoyo de gremios 👍@juanpabloswett @alemustakis @fcontrerashaye @achigachile @FEDETUR_Chile @ASECH_ag @conapymechile
— Lucas Palacios (@LucasPalaciosC) May 5, 2020
Según el ministro de Economía, Lucas Palacios, calificó la medida como una “buena noticia para muchas pymes y también para familias”. Con esto demuestra el interés del gobierno de volver a la normalidad.
En su publicación aprovechó de agradecer a organizaciones de emprendedores y de pequeñas y medianas empresas, incluyendo Juan Pablo Swett, de la Multigremial de Emprendedores, Alejandra Mustakis y Francisco Contreras Haye, de la Asociación de Emprendedores de Chile, entre otras.
Sin embargo esta normalidad es en el pico más alto de la pandemia, con más de 22 mil casos de contagios, en donde se expone a miles de jóvenes que realizan este tipo de servicios.
Las medidas de cuarentena son a medias. Bajo el argumento trucho de “echar a andar la economía” y volver a la normalidad para asegurar las ganancias empresariales.
Pretenden exponer a miles de jóvenes al contagio en vez de instalar una verdadera cuarentena y asegurar un ingreso mínimo de $500.000 que lo paguen las grandes riquezas mediante impuestos progresivos.
La estrategia del gobierno de mantener una tasa de contagio baja en base a realizar pocos test mostró su completo fracaso, hoy superamos los más de 22 mil contagiados, cientos de funcionarios contagiados y en cuarentena, mientras las minas y fabricas siguen andando.
Nos quieren hacer trabajar hasta enfermar y enfermarnos para morir de hambre. Mientras a las grandes empresas no se les tocan sus ganancias, permitiéndoles despedir y suspender como si fueran pequeñas empresas mientras se reparten ganancias millonarias.
