×
×
Red Internacional
lid bot

CORONAVIRUS. Vuelta a un endurecimiento de la cuarentena: ¿y el fortalecimiento del sistema de salud?

En el marco del pico de contagios, a casi cien días del inicio de la cuarentena, todo indica que se volvería a una mayor restricción en la circulación. En marzo el Gobierno dijo que esperaba de ganar tiempo para fortalecer el sistema de salud. Finalmente ¿esto ocurrió?

Osvaldo Vera

Osvaldo Vera @eslou._

Miércoles 24 de junio de 2020 23:17

Fotografía: Enfoque Rojo

Argentina registra, al cierre de esta edición, 49.851 casos confirmados y 1.116 personas fallecidas, según el parte del Ministerio de Salud. Desde los últimos días crecen los trascendidos y declaraciones de funcionarios nacionales y del AMBA que indican que se regresará a una etapa de mayor endurecimiento del aislamiento.

Cediendo a las presiones empresariales semanas atrás, tanto el presidente Alberto Fernández, como Axel Kicillof y Rodríguez Larreta, habían dispuesto de una mayor flexibilización en el confinamiento obligatorio a pesar de principalmente dos cuestiones: por un lado se estaba a punto de entrar en la época donde los especialistas advertían un salto en el crecimiento de los contagios. Y por otro, no se habían realizado cambios significativos en el sistema de salud, en cuanto al aumento de personal y aprovisionamiento de insumos sanitarios.

Al día de hoy, los partes oficiales informan una situación por encima de los dos mil casos positivos diarios, poniendo en evidencia una situación crítica en el sistema de salud. Según informan profesionales y funcionarios, al momento se encuentran ocupadas el 65 % de las camas de terapia intensiva (TI) en la región metropolitana, epicentro de la pandemia en el país.

Desde las propias voces gubernamentales de Provincia y Ciudad de Buenos Aires, se alerta de un posible colapso del sistema sanitario en caso de continuar el ritmo de contagios actual. ¿Pero cómo, en éstos más de tres meses, no se prepararía al sistema de Salud, tal como se prometió desde el gobierno?

Los datos y testimonios de especialistas indican que esto finalmente no ocurrió. Desde el inicio de la cuarenta hasta hoy, si bien desde el Estado se adquirieron ciertos insumos, la capacidad total del sistema de salud continúa estando muy por detrás de las necesidades que impone la situación sanitaria. Esto es admitido desde el propio Gobierno, al continuar ofreciendo como única herramienta una mayor restricción en la circulación de las personas.

En estos casi cien días, la adquisición de camas de terapia intensiva estuvo por detrás de las necesidades. Según el ministro de Salud Ginés González García actualmente en el país hay 11.000 camas TII. De ese total, un 60 % se encuentra ocupado y las estimaciones de especialistas y funcionarios de los gobiernos advierten sobre una eventual saturación en aproximadamente un mes. Cabe aclarar que el total de camas comprende el sistema público y el privado. El Gobierno se negó a tomar una medida elemental frente a la emergencia que impone la pandemia: unificar ambos sistemas, privado y público, donde este último tiene inferioridad de camas disponibles ¿que van a hacer cuando crezca la demanda de camas en hospitales, y estas se encuentren ocupadas?

Junto con esto, el personal de salud que se encuentra en funciones actualmente está por debajo la cantidad que se requiere, además de que en promedio perciben salarios por debajo de la línea de la pobreza, tal como denunció la Cicop (Organización gremial de los profesionales de la salud) a través de su vicepresidenta Marta Márquez en el programa Alerta Spoiler. Vale tener en cuenta que Argentina presenta uno de los mayores niveles de personal de salud contagiados (15%), por no recibir los elementos de seguridad necesarios para poder hacer frente a la pandemia en la primera línea, tal como denuncian sus trabajadores de distintos establecimientos.

Junto con las camas de TI y el personal necesarios, otra cuestión básica y necesaria para hacer frente a una pandemia como la actual es la realización de testeos. Al día de hoy, a pesar de las recomendaciones de la OMS y distintos especialistas, está herramienta fundamental para la deteccion de casos sigue estando por detrás de lo necesario. En base a los datos de los últimos días, en AMBA, el porcentaje de positividad -sobre el total de pruebas realizadas- ronda el 18 %, mientras que la recomendación de la OMS es de un porcentaje de positividad del 10 %. Una cifra superior indica una deficiencia en la cantidad de pruebas que se realizan. Por lo cual, teniendo en cuenta esos datos, en el AMBA se estaría testeando en un 50 % de lo recomendado.

Con el protocolo actual se sigue dejando afuera del testeo a los casos asintomáticos. Ésto fue confirmado y defendido, entre otros, por el gobernador Axel Kicillof la semana pasada, lo cual va en una línea opuesta a lo que recomiendan los propios especialistas. En este sentido Lautaro Zubeldia Brenner, Doctor en Ciencias Biológicas de la USAM afirma que "el grupo de infectados más importante a detectar son los positivos asintomáticos, cuya capacidad de transmitir el virus es alta". En síntesis como se explica en esta nota, "el problema para testar presintomáticos y desplegar una política agresiva de rastreo de contactos estrechos y de testeo masivo en sectores esenciales como salud, transporte o grandes fábricas con brotes, no es técnico, sino una decisión política".

Esta situación de falta de camas de terapia intensiva, de personal de salud y testeos masivos en la población luego de más de tres meses suele encontrar justificación de parte de funcionarios del Estado, en una supuesta falta de recursos económicos.

Pero esto es muy difícil de sostener mirando algunos de los números en los que sí utiliza los recursos el Estado. En el programa Se Tenía que Decir del miércoles, la economista Lucía Ortega presentó un informe que realizó junto a especialistas de la salud. En el mismo se da una estimación de cuánto dinero se necesitaría para que el Estado pueda proveer el sistema de salud de todo lo necesario para hacer frente a la pandemia.

Lo presupuestado para esta estimación incluye la cantidad de personal adecuada, unidades de terapia intensiva, intermedia y leve, y tests entre otros elementos básicos para enfrentar el virus durante 3 o 4 meses y para responder a un pico de 200 mil personas contagiadas. Como mencionó Lucía Ortega, a pesar de que el cálculo es aproximado el monto total rondaría los 57.664 millones de pesos.

Esta cifra podría sonar exorbitante para cualquier trabajador o trabajadora, sin embargo constituye un número que el Estado acostumbra a transferir cuando se trata de otras cuestiones, como por ejemplo la “odiosa” deuda externa.

En el informe mencionado Lucía Ortega demuestra que solamente teniendo en cuenta el pago de intereses de la deuda del mes de mayo, el Gobierno gastó 58.660 millones de pesos, mientras que el monto estimado para proveer todos los insumos y personal necesarios como dijimos es de 57.664 millones de pesos. Es decir que con lo que el Estado gastó en un mes en pago -solamente- de intereses de la deuda, alcanza y sobra para cubrir todo el equipamiento y personal necesario para hacer frente a una eventual situación sanitaria mucho mas grave que la actual (cinco veces más de contagios).

Finalmente, pueden verse dos cuestiones. Primero: la estrategia de "ganar tiempo" para robustecer el sistema de salud, nunca fue llevada a cabo realmente. Desde el gobierno nacional se tomaron sólo algunas medidas parciales que resultaron insuficientes en este tiempo transurrido. La casi segura vuelta a una cuarentena más estricta lo demuestra. Y segundo: los recursos para poder haber llevado adelante la inversión necesaria para fortalecer y dejar en condiciones el sistema sanitario, tal como se había prometido, están. El problema, como se ve, es dónde puso y pondrá las prioridades el gobierno.


Osvaldo Vera

Integrante de Agrupación Marrón de Coca Cola-Femsa

X