A pesar de las medidas tomadas por el Banco de México, el peso llega a los 21 pesos por dólar. Por tercer día consecutivo la moneda se deprecia.
Viernes 25 de noviembre de 2016
Si bien, desde las elecciones en Estados Unidos la moneda mexicana ha visto crecer su volatilidad, esta vez la depreciación del peso tiene más que ver con la caída de los precios del petróleo que con el efecto Trump, dejando ver que hay mucho más de qué preocuparse en el tema de la economía mexicana.
Las malas noticias para la economía mexicana se sumaron esta semana. Mientras se tuvo que recortar la previsión de crecimiento, y se anunció la baja en las exportaciones para el mes de octubre, a nivel internacional los precios del petróleo volvieron a la baja y manteniéndose estos como la tercera fuente de ingresos para el país, este resintió las pérdidas.
El dólar se cotizó en ventanillas hasta en 21.05 pesos, alcanzando los mínimos históricos parecidos al día de la elección presidencial en el país vecino del norte.
Hasta ahora, ni la subida de las tasas de interés, ni los mensajes positivos del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, han podido parar la tendencia a la baja de la moneda.
Con tres días consecutivos de pérdidas y la incertidumbre generada por la situación internacional, economías como la mexicana, con fuerte dependencia del exterior, podrían tender a cambios bruscos en sus políticas.
