El ejército por su parte tilda de “ “cobardes desadaptados”” a quienes prendieron fuego al monumento de Baquedano, mientras el gobierno invierte nuevamente recursos en restaurarlo rápidamente.
Lunes 8 de marzo de 2021
Nuevamente se abre la polémica por parte del ejército para cambiar el monumento a Baquedano desde plaza dignidad, además de sacar un comunicado público llamando y “antichilenos” a quienes prendieron fuego a Baquedano.
La estatua que corona lo que antes era conocido como Plaza Italia en el centro de la ciudad de Santiago, epicentro de las protestas santiaguinas de la rebelión popular, fue construida en la década de los ’20. Está confeccionada en bronce y su base está compuesta por piedra verde. Fue inaugurada por Carlos Ibáñez del Campo en 1928 cuando ejercía el poder de presidente por medio de una dictadura militar. Este mismo sujeto creó Carabineros de Chile en esos mismos años como un cuerpo especial de represión de la protesta y la huelga obrera.
Pero este monumento al ex general del ejército Manuel Baquedano, no solo significa quien encabezó guerras contra el Pueblo Mapuche y pueblo peruano, sino que ha demostrado la rapidez para invertir por parte del gobierno, pero no en salud, educación o empleo, sino que cada vez que el monumento tiene algún símbolo de la rebelión chilena o del rechazo que producen las fuerzas represivas del Estado, es restaurado de forma inmediata, así también, es custodiada por la policía durante día y noche.
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Recordemos que, desde el inicio de la rebelión popular en Chile, la intervención en diversos monumentos que fueron parte de la colonización y exterminio de los pueblos fueron una constante, en diversas ciudades a nivel nacional, fueron sacados, rallados e incluso las plazas “de armas” fueron re bautizadas por quienes se manifestaban, con nombres alusivos a los diversos momentos de la rebelión popular o con nombres de personajes importantes para los pueblos originarios.
Queda más que claro cuales son las prioridades del gobierno, el invertir recursos en cada “re pintada” de la estatua de Baquedano. Mientras tantos millones de trabajadores están siendo nuevamente arrojados a la ley de “protección” del empleo, pagando la crisis con sus propios recursos, o el límite de camas UCI en plena pandemia.
