Ayer volvieron las manifestaciones a Plaza Dignidad, junto a diferentes banderazos por el Apruebo en diferentes lugares de Santiago, pero banderazos que hacen la vista gorda a las trampas del proceso constituyente.
Sábado 5 de septiembre de 2020
Ayer, a eso de las 4 de la tarde comenzaron reunirse personas, alrededor de Plaza de la Dignidad, con diferentes carteles y banderas por el Apruebo y del pueblo-nación Mapuche.
La jornada no estuvo exenta de la criminal represión de carabineros ante las protestas del pueblo trabajador, con bombas lacrimógenas, carros lanza agua y detenciones sin justificación alguna, accionar que muestra nuevamente las diferencias entre una manifestación en contra de la herencia de la dictadura, el régimen y el gobierno actual de Piñera, con el vergonzoso, reaccionario y patronal paro de camioneros, que buscaba llevar adelante el programa represivo de Chile Vamos.
Pese a las manifestaciones en Plaza de la Dignidad y en diferentes puntos de Santiago a realizar banderazos por el Apruebo y la Convención Constituyente, convocados por los comandos del Apruebo, no se utiliza esa tribuna y se hace vista gorda a las trampas y limitaciones de este proceso constituyente.
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Un proceso pactado entre la derecha, la ex-Concertación y el Frente Amplio el 15 de noviembre, hoy se lleva a cabo con la impunidad de todos los responsables políticos y materiales de las mutilaciones oculares, torturas, violaciones y asesinatos, por parte de las fuerzas represivas del Estado, sin ningún juicio, ni un castigo y, además, 2500 presos políticos que dejó la revuelta de octubre.
A esto se suma, que los organismos como la CUT, el Colegio de Profesores, el Confech, entre otros (dirigidos por al Partido Comunista y el Frente Amplio), se mantienen en un silencio lúgubre frente a los ataques del gobierno al pueblo trabajador, incluso, estos partidos han sido cómplices de las leyes represivas como la Ley Antibarricadas, o leyes precarizadoras como la Ley de "Protección del Empleo".
Un proceso constituyente amarrado con el quórum del ⅔ , que le entrega poder de veto a una minoría que será representada por la derecha y los empresarios. En la propuesta de Convención Constituyente o Mixta. Además, ya está la decisión de que no se tocarán los tratados internacionales vigentes en la actualidad, ya que esta convención sólo discutirá la nueva Constitución. Lo que significa que no se podrán nacionalizar los recursos naturales, no se podrán echar abajo las AFP, no se podrá conquistar un sistema de salud pública gratuita y universal, entre otras limitaciones.
El proceso tampoco contará con la participación ni en el plebiscito, ni menos con representantes, de la juventud que levantó todo el estallido en octubre, desde secundarios que saltaron los primeros torniquetes y que estuvieron presentes durante toda la revuelta. Pues este régimen le tiene miedo a esa juventud que quiere cambiar todo de raíz.
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En el fondo buscan que nada cambie, ya que son los mismos de siempre que serán parte de esto, hasta abogados constitucionalistas del Apruebo, hablan de que el modelo económico no debe ponerse en discusión.
Sin embargo, es necesario votar para aprobar una nueva constitución, para tirar abajo el pilar de la herencia de la dictadura de Pinochet y el legado de Jaime Guzmán, pero se debe ir por una tercera opción ante las trampas de la Convención Mixta y Constituyente que, a pesar de sus diferencias, serán los mismos partidos de siempre los que tienen su participación asegurada.
En este marco, es urgente levantar una voz anticapitalista de las y los trabajadores, junto a comandos en distintos lugares de trabajo, en asambleas territoriales, que luchen por una asamblea constituyente 100% libre y soberana, que pelee por todo lo que luchamos desde octubre y por enterrar toda la herencia del pinochetismo.

Víctor Ibañez De la Hoz
Joven trabajador militante del PTR y militante de Vencer