El cordobés empezó a pagar en las redes brasileras anotando un golazo para el equipo de Bello Horizonte que pelea por no descender.
Domingo 7 de agosto de 2016
A menos de dos meses del pase del delantero cordobés al equipo fundado en 1921 bajo el nombre de Societa Sportiva Palestra Italia en el Estado de Minas Gerais, el nacido en barrio Remedios de Escalada, la clavó con la de palo en el único rincón donde podía entrar esa pelota. Cruzeiro venció al Inter de Porto Alegre por 4 a 2 en el Brasileirao en su pelea por permanecer en primera..
Mi viejo dice que los 9 como Batistuta tienen la magia y la potencia de hacer estos goles.
Wanchope, también ídolo de Huracán, dejó perlitas exquisitas en su paso por el Club de Parque Patricios. También la rompióen Sarmiento de Junín y en su amado Instituto. En todos lados pagó con goles.
Este gol a lo Batistuta diría mi viejo, “tiene la magia de enamorar a los torcedores del Cruzeiro”. Es más, “es una señal de buenos augurios, porque esa fuerza sólo la conceden los dioses”, siempre según mi viejo, a aquellos que, como Wanchope dicen:"Juego en donde lo necesite Cruzeiro. Si quieren que lo haga como delantero entre los dos zagueros o moviéndome por todo el frente de ataque, lo que tengo que hacer son goles y Menezes (el DT) decidirá qué prefiere".
Es una frase de compromiso se podría suponer, pero nunca falta algún iluminado que le pida otra cosa a un goleador.
Ramón Ábila se fue de Córdoba hace un tiempo y ahora de la Argentina. Muchos lo recuerdan en Unión Florida, el Club de sus primeros abrazos de gol.
Ramón no la tiene fácil en Brasil, también hay que decirlo. El Cruzeiro, tras 18 fechas del Brasileirao, se ubica peleando el descenso. Amén de los amores y quereres que como todo bicho que camina deja, Wanchope tiene que hacer goles para salvar a los azules de bajar a segunda. Para esta misión, no está solo, resulta que juega en la ofensiva junto a Rafael Sóbis, un delantero que está donde tiene que estar. Y eso no es poco.
Los que lo vieron a Wanchope saben que tocó una fibra en los torcedores del Cruzeiro. No sabemos si enamorará. Pero ese, según mi viejo, es su destino.