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El Círculo Rojo. Washington Redskins: la ola de lucha antirracista golpea contra los prejuicios en el fútbol americano

Uno de los clubes más importantes y poderosos de la NFL está en crisis por ser considerado históricamente racista hacia las comunidades de pueblos nativos de Norteamérica. En El Círculo Rojo (programa radial de La Izquierda Diario que se emite los domingos de 21 a 23 hs por Radio Con Vos, FM 89.9) te contamos los motivos.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Lunes 20 de julio de 2020 00:00

🏈 Washington Redskins y la lucha antirracista en el fútbol americano #AS - YouTube

La semana pasada hubo un terremoto en la NFL, la liga de fútbol americano en EEUU: uno de los equipos más poderosos está en el ojo de la tormenta. Es el Washington Redskins (los “pieles rojas de Washington”) que llegó a ganar 3 veces el Superbowl (que es la gran final del fútbol americano, el evento deportivo más importante de EEUU) y que es la cuarta franquicia de la NFL en cuanto a su valor financiero, que se calcula en 3.400 millones de dólares.

El lunes pasado emitió un comunicado en el que anuncia que finalmente cambiará su nombre y su logo (que era un indio con plumas, como en las películas de vaqueros), cuestionado desde hace décadas por su contenido racista. Washington Redskins es un club que está por cumplir 88 años y su dirigencia siempre ninguneó este reclamo de organizaciones relacionadas con los pueblos nativos de Norteamérica, sus pueblos originarios.

El actual propietario de este equipo es el multimillonario Dan Snyder que lo compró en 1999, y que alguna vez intentó justificar el nombre Redskins con la excusa de que en realidad era “una manera de resaltar el coraje de estos pueblos”. Tal vez para nosotros desde este lugar del mundo, donde además el fútbol americano no es un deporte popular, podría llegar a parecer una exageración tildar de racista el nombre. Pero la realidad es que no: si se pone en contexto, viniendo de la elite de millonarios blancos que maneja este deporte y contando con la oposición de los propios nativos, es evidente que hay un problema. No es que los nativos se reapropiaron del mote de “pieles rojas” para cambiarle el sentido como por ejemplo pasa con lo de “bostero” para hinchas de Boca o “gallina” para hinchas de River. Para los pueblos nativos norteamericanos siempre fue despectivo.

Los Redskins surgen de un prejuicio racista. Su fundador en 1932 fue George Preston Marshall, un tipo que tuvo relación con agrupamientos nazis de EEUU en los años ´30, que era antisemita (incluso creó un himno para el equipo titulado “Hail to the Redskins”, lo cual resulta bastante llamativo) y que además era el paladín de impedir que en la NFL jugaran deportistas negros. De hecho, Washington Redskins fue el último club en incorporar atletas afroamericanos: recién en 1961 accedió por presión del Gobierno. Es de larga data la historia de prejuicios racistas de este club. En junio, ante toda esta oleada de cuestionamiento, las autoridades decidieron retirar un monumento a su fundador, George Preston Marshall.

¿Por qué accedieron recién ahora a cambiar todo esto? Porque sus principales anunciantes -que son Pepsi, Nike y Federal Express, el estadio se llama FedEx Field por este patrocinio- le exigen una nueva identidad o de lo contrario se retiran como patrocinadores. En 2013, el diario USA Today cuestionó al dueño Dan Snyder por no prestar atención a los reclamos de los pueblos nativos: el empresario respondió “¡Nunca cambiaremos el nombre del equipo, pueden publicarlo en mayúsculas!”. Pero en este 2020 signado por la lucha antirracista, Snyder prefirió retroceder antes que perder ingresos y la sociedad con las marcas. ¿Y por qué las marcas presionan de esta manera? Es evidente que están en un curso de “corrección política” por una simple cuestión de marketing, para no perder mercado y para no dañar su imagen corporativa con denuncias de prejuicios racistas o machistas.

Y si no era suficiente crisis, esta semana el diario Washington Post publicó denuncias por acoso laboral y abuso sexual de al menos 15 empleadas y porristas. En realidad, las denuncias existían desde hace tiempo pero no habían prosperado demasiado y nadie les había dado mucha visibilidad. Pero ahora, provocaron un cataclismo ¿Hay solamente corrección política detrás de todo esto? Todo parece indicar que no. El dueño del Washington Post, el diario que publica las denuncias, es Jeff Bezos (dueño también de Amazon) que no oculta su deseo de comprar un equipo de la NFL y que ya tiene el apoyo del resto de propietarios de clubes de fútbol americano para hacerlo.

Un miembro de las comunidades nativas de Norteamérica con una remera que dice "Soy un Cherokee, no un piel roja".
Un miembro de las comunidades nativas de Norteamérica con una remera que dice "Soy un Cherokee, no un piel roja".

Lo que es notorio más allá de todas las especulaciones y de la preocupación por no perder negocios, es que claramente estos cambios culturales son producto de una oleada antirracista desatada por las movilizaciones y el movimiento #Black Lives Matters, que tiene tal profundidad que es capaz de llevarse puesta la identidad y la historia racista de uno de los clubes más poderosos del deporte más popular de EEUU.