En medio de la compleja situación que atraviesa Venezuela, la posibilidad de una nueva crisis migratoria se pone sobre la mesa. La profunda crisis económica, social y política en el país sudamericano ha forzado a millones de venezolanos a buscar refugio en países vecinos, y las recientes tensiones podrían desencadenar un nuevo éxodo. Frente a este escenario, las declaraciones de la senadora Ximena Rincón (Partido Demócratas) en canal 13 han generado controversia y preocupación porque fomenta la xenofobia contra los migrantes venezolanos.
Lunes 5 de agosto
Durante la entrevista con Ivan Valenzuela, la senadora Ximena Rincón ha instado al gobierno a cerrar la frontera norte del país, argumentando que es una medida necesaria para anticiparse frente a una posible nueva ola de migrantes. Este llamado de la senadora de “demócratas” representa una postura que estigmatiza a los migrantes venezolanos.
De hecho, la propuesta de Rincón es parte de una estrategia de la derecha que busca fomentar el rechazo y la discriminación contra quienes buscan un futuro mejor fuera de su país de origen. La crisis migratoria venezolana ha generado una ola de xenofobia en diversas partes de América Latina, incluyendo Chile, Perú ha aprobado leyes específicas contra migrantes de origen venezolano. Los migrantes a menudo enfrentan prejuicios y estereotipos que los asocia injustamente con la delincuencia y otros problemas sociales. Esta estigmatización es especialmente preocupante porque contradice los datos y estudios que indican que no hay una relación directa entre la migración y el aumento de la delincuencia.
Xenofobia y datos sobre delincuencia
Como decíamos más arriba, los dichos de Rincón refuerzan esta xenofobia al sugerir que el cierre de fronteras es una medida necesaria para proteger al país del posible ingreso de delincuentes o las mafias. Sin embargo, los datos demuestran lo contrario: la gran mayoría de los migrantes venezolanos son personas que huyen de condiciones extremas de pobreza, violencia y represión, buscando un lugar seguro donde reconstruir sus vidas.
Estudios realizados por diversas organizaciones y expertos en migración han demostrado que no existe una correlación significativa entre la migración y el aumento de la delincuencia. De hecho, muchos migrantes contribuyen positivamente a las economías locales y se integran en las comunidades de acogida. Es hipócrita afirmar que los venezolanos necesitan ayuda y apoyo en su lucha contra una supuesta “dictadura”, mientras se les demoniza y se les trata como delincuentes cuando buscan refugio en países como Chile cuando escapan de esa “dictadura”.
Reconocimiento a Edmundo González y el paralelismo con Guaidó
Además del cierre de fronteras, Rincón ha exigido al gobierno chileno reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela, una estrategia que recuerda al fallido intento de reconocimiento de Juan Guaidó bajo el gobierno de Piñera. En su momento, la comunidad internacional, incluyendo varios países de América Latina, apoyó a Guaidó como estrategia para promover un golpe de Estado en Venezuela.
Sin embargo, esta estrategia de reconocer a un supuesto “presidente encargado”no solo fracasó en su objetivo, sino que también exacerbó la polarización y la crisis en el país. Recordemos que varios países generaron embargos sobre activos internacionales de Venezuela, activos que fueron apropiados ilegalmente y que generaron varios casos de malversación de fondos por parte de los representantes del supuesto “presidente” Guaidó. Al insistir en una táctica que responde más que nada a la estrategia imperialista de EEUU y países que se alinean con sus intereses, la opinión de Rincón no es más que la demostración del espacio donde se ubica dicho partido como aliado derecha y extrema derecha internacional, que han utilizado estas tácticas para intervenir en la política interna de Venezuela.
Hasta ahora la postura del Gobierno de Boric ha sido la de no reconocer el resultado de las elecciones hasta que se transparente el proceso, cuestión que además está siendo tratada dentro de varias reuniones entre países latinoamericanos (como Brasil y Colombia) para una estrategia diplomática para inmiscuirse en la política venezolana.
Mientras tanto a nivel internacional, se han desarrollado manifestaciones de las comunidades venezolanas en un pedido de apoyo a la situación de su país. Pero hasta ahora estas protestas han sido hegemonizadas por la derecha internacional que ha logrado transformar al ejemplo venezolano como el ejemplo de país al que aspira la “izquierda”.
¡Por un plan de acogida internacional para enfrentar la crisis migratoria!
La posibilidad de un aumento migratorio es real, pero no puede ser respondida con militarización en las fronteras, tampoco con leyes represivas, menos aún con la sobreexplotación y el trabajo precario.
Mientras la derecha mantiene el discurso nacionalista y xenofóbico que la caracteriza, el gobierno de Gabriel Boric y el Partido Comunista, lejos de dar una solución, se suman a este discurso. Militarizan las fronteras, mantienen la vigencia del decreto 265 y no dan ninguna pelea por cambiar el sistema laboral, dedicándose a administrar el heredado por los gobiernos anteriores: un sistema de flexibilización laboral y abusos contra las y los trabajadores, sobre todo con las y los trabajadores migrantes.
Si son miles los que cruzarán la frontera por pasos no habilitados, como se alerta, es necesario entonces impulsar un plan de acogida internacional, que busque dar una respuesta a las adversas situaciones que tienen que enfrentar quienes se han visto forzados y forzadas a migrar. Es decir, una mayor dotación de recursos para responder a las necesidades de la población o localidad que los acogen. Al mismo tiempo, acabar con las deportaciones forzadas, llevadas adelante, ayer por Sebastián Piñera y hoy por Gabriel Boric. Asegurar el derecho al libre tránsito, sin discriminación, garantizando el derecho al trabajo, a la residencia, a la salud, educación, el desarrollo de planes de vivienda para toda la población. Estas medidas solo serán conquistadas en la máxima unidad y lucha de las y los trabajadores, independiente de su lugar de origen, enfrentando las ideas divisorias que buscan imponer los capitalistas.