×
×
Red Internacional
lid bot

Raly en el Konex. Y seremos agua...

Raly Barrionuevo volvió a presentarse en el Konex el pasado 27 de febrero, domingo de carnaval. Como siempre, brilló y la gente bailó en el patio la chacarera.

Lunes 28 de febrero de 2022 20:35

Foto: Camila Godoy

La tarde se presentaba lluviosa, aunque llegando ya la hora de que se abrieran la puertas del Konex, el cielo comenzó a despejarse, dejando ver retazos celestes entre las nubes. Supimos, al entrar, que iba a ser una noche mágica, como nos tiene acostumbrados ya cada año. Esta vez tardó un poco más en volver, por eso se sentía una energía especial en el aire, era el reencuentro entre amigos, seguidores, tarde de abrazos y pañuelos al viento para bailar las zambas.

Me ubiqué en las escaleras que se encuentran en el centro del patio, para tener una vista mas panorámica del show, de ahí pude ver cómo se iba llenando el lugar, pude verlo salir de los camarines y pararse solito en el escenario, donde se presentó, para los que no me conocen, dijo, soy Raly, de Frías, Santiago del Estero, y no sé qué más, porque los aplausos estallaron apenas comenzó a hablar.

Presentó a los músicos que lo acompañarían, esta vez en un show distinto, “conjunto folclórico” lo definió él, más tarde diría: “somos el dream team” del folclore. Presentó así al maestro Luis Chazarreta, en guitarras, junto a un joven discípulo Leonel Guzmán en el bombo, su hermano, Dani Barrionuevo, en los teclados Marina Ábalos, hija del legendario Adolfo, pianista de Los Hermanos Ábalos, y el bandoneonista Eduardo Ramirez.

Raly interpretó canciones de su autoría como así también canciones populares de nuestro folclore, incluyendo temas su último álbum, “1972”.

Comenzó solito con su guitarra cantando “Zamba y acuarela” hasta que les llegaría el momento a “Ojos de cuarto menguante” y la “La niña de los andamios”.

La noche caía, el dibujo de las nubes oscuras formaban parte de la vista desde la altura en la que me encontraba, el juego de luces, los acordes de las chacareras y la gente bailando en ronda, pañuelos en alto, una verdadera peña se había armado en el patio.

Llegó el turno de “Y seremos agua”, una canción propia. Es sabido que Raly siempre hace alguna referencia al problema de las aguas contaminadas, como menciona también en otras canciones, a la tala de los montes y la megaminería contaminante. Esta vez no habló, pero su público ya conoce su postura frente a estos temas, queda implícito. Eso se vio reflejado anoche porque cuando llegó el estribillo de “Y seremos agua” volvió a abrirse una nube pasajera y a caer una fina y fresca lluvia. Raly soltaba su guitarra y extendía los brazos como lo hacíamos nosotros. Parecía un conjuro, creo que todos los presentes pensamos que estábamos haciendo llover. La emoción generalizada nos envolvió, podría ponerle el nombre de magia. No nos importó mojarnos, fue un momento de felicidad absoluta.

Foto: Camila Godoy

Raly cantándole a la tierra, al agua, a la naturaleza, no es casual que sucedan estas cosas, se crean esos momentos únicos. Sería maravilloso poder ir a cantar “Y seremos agua” a Corrientes, por ejemplo y apagar los incendios.

Mientras el mundo mira a Europa, la guerra entre Rusia y Ucrania, es raro estar de este lado del mundo en un recital, disfrutando de buena música, bailando, pero es la vida que sucede, es lo que podemos hacer acá. Por eso al sonar “Hey paisano” sucedió algo parecido, la letra me hizo pensar en la lucha por la revolución y que mientras el capitalismo siga sin desaparecer y siga azotando la economía e influyendo en la cultura de los pueblos, siempre los poderosos van a seguir sometiéndonos a las guerras, una y otra vez, siempre habrá alguien que te diga:”Hey paisano”, para advertirte, para que no te dejes derrotar y engañar.

Lloré, porque la música tiene eso, te cura, te conecta con lo más profundo y te hermana con el prójimo. Ahí estábamos todos conjurando por el fin de los incendios, de la tala indiscriminada de los montes, porque los festejos de carnaval nos traigan por una vez, imágenes de lentejuelas refulgentes y no de cielos surcados por misiles, de agua y espumas perfumadas y no de animales muertos por la codicia y la crueldad del capitalismo.

Gracias Raly, te dice humildemente esta cronista, por traernos la magia y el misterio del mistol en tus canciones, para sanar, para disfrutar en este pedacito del mundo, sin dejar de mirar hacia Europa.

Gracias, hasta que nos volvamos a encontrar, coyuyo trovador!!!!