La petrolera informó el miércoles pasado que en el tercer trimestre se duplicaron los beneficios obtenidos, al tiempo que la producción se disparó con la incorporación del yacimiento Vaca Muerta. También continuó el crecimiento de las ventas en el mercado interno.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Viernes 7 de noviembre de 2014
Fotografía: Kogan
En un documento presentado a las autoridades regulatorias, YPF dio a conocer las cifras de su actividad durante el tercer trimestre de este año. El beneficio neto creció hasta 3200 millones de pesos (USD 376 millones), en relación con los 1.400 millones de pesos de igual período del año pasado, o 8,19 pesos por acción en comparación con 3,6 pesos por acción de un año atrás.
Con la entrada en escena de la polémica explotación de shale oil en Vaca Muerta, la empresa incrementó la producción de gas en un 26% y de crudo en un 5% durante el último trimestre y las ventas en estaciones de servicio crecieron un 62 por ciento en pesos. Por su parte, el flujo de caja de la empresa creció en un 95% comparado con el mismo período del año pasado hasta 1.820 millones de pesos.
En un comunicado separado, YPF informó que el directorio aprobó la venta de hasta 638 millones de dólares en bonos. El costo promedio de la deuda en pesos durante el trimestre fue del 25,1% y de 6,7% en dólares.
De acuerdo a la agencia Telam, la empresa habría sido capaz de generar suficiente dinero para financiar sus operaciones sin necesidad de recurrir a buscar fondos al mercado internacional. Sin embargo, en el marco de la escandalosa sanción de la Ley de Hidrocarburos que generaliza las condiciones del convenio con Chevron, la presentación de los datos de YPF pretende embellecer con el discurso de la “soberanía petrolera” una política de entrega de los recursos petroleros, al tiempo que no soluciona el déficit energético de más de 6 mil millones de dólares anuales que profundiza la crisis de divisas.
Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.
