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Ambiente. YPF y la transición energética: ¿aporte a la comunidad o búsqueda de consenso extractivista?

La semana pasada en la Plaza Belgrano de Ensenada se instaló un aula móvil que invitaba a estudiantes y a la comunidad a conocer sobre Transición Energética y Energías Renovables. La Fundación YPF junto al intendente Mario Secco impulsaron esta iniciativa y estudiantes de distintas escuelas pasaron por el “circuito pedagógico”. La pregunta que cabe hacerse es: ¿una empresa contaminante puede hacerse cargo de educar ambientalmente a la misma población que contamina?

Martes 4 de julio de 2023 21:12

Llama la atención que una fundación ligada a la empresa YPF, y de la que el Estado posee la mitad de las acciones, sea la que impulse esta iniciativa. Sobre todo cuando estuvo en el foco de la cuestión este último tiempo porque se filtró un documento interno donde buscaba “desvirtuar y ridiculizar” la lucha ambiental, demostrando que sigue buscando consenso para sus proyectos extractivistas.

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Fundación YPF en su página dice: “Promovemos la educación vinculada a la energía, la ciencia y la tecnología en todas las etapas educativas; y contribuimos al desarrollo sostenible de las ciudades”. Ensenada, por citar un ejemplo, está entre las peores rankeadas en cuanto a calidad ambiental. La contribución viene siendo de escasa a nula.

No es extraño que quiera involucrarse en la educación ambiental para instalar su perspectiva en la población, la de un capitalismo verde. Es decir la coexistencia pacífica de la acumulación capitalista y el cuidado del ambiente. Marx ha discutido desde sus inicios contra esta visión.

El capitalismo genera sus riquezas a partir de la explotación de los trabajadores y de la naturaleza, donde la acumulación es ilimitada pero el planeta no. Esta contradicción estructural hace que sea imposible que las grandes empresas sean quienes lleven adelante la educación ambiental, ya que va en contra de sus intereses.

Donde ponen más énfasis hoy sus equipos de márketing y medios de difusión, incluso el mismo municipio si es una empresa ligada al Estado, es en publicitar sus acciones “verdes”, lo que se llama Greenwashing o “lavado de cara verde”, para sostener el consenso y no entorpecer sus negocios.

La necesidad de una transición energética

No cabe duda que es necesaria una transición energética. Una transición que sustituya la quema de combustibles fósiles, que genera gran parte de los gases de efecto invernadero, hacia una energía renovable que sea amigable con el planeta.

Hoy más del 50% de esos gases son producidos por solo 100 empresas a nivel mundial, y más allá de los foros mundiales y los acuerdos entre los países imperialistas que se proponen reducir la emanación de dichos gases, en los últimos años, no solo no se ha reducido, sino que ha incrementado notablemente.

Los únicos que pueden llevar adelante una transición energética real son los trabajadores de las empresas energéticas, junto a usuarios, vecinos y ambientalistas. Las universidades y la comunidad científica deben aportar las herramientas y conocimientos para dar una salida real a la crisis energética basada en las necesidades de las mayorías y no en el lucro de la minoría responsable de la crisis.

Esto no puede plantearlo ningún candidato patronal. El peronismo sigue impulsando el extractivismo bajo el discurso del “ambientalismo popular” y la derecha de Juntos por el cambio está ligada a las grandes empresas contaminantes. Mucho menos Milei que directamente niega la crisis climática.

Solo el Frente de Izquierda Unidad, con Myriam Bregman, Nicolás del Caño y demás legisladores denuncian consecuentemente desde sus bancas la complicidad de los partidos patronales con los grandes empresarios, y acompañan en las calles los reclamos socioambientales de todo el país.

¿Educación ambiental en manos de quiénes?

La Ley Nacional de Educación Ambiental Integral (27621) se sancionó en el año de 2021 y fue producto de la lucha de ambientalistas y poblaciones afectadas por la contaminación. Hoy sigue sin un presupuesto claro y llevada adelante por docentes preocupados por la crisis climática que se han formado como pudieron.

Desde que se sancionó la ley de educación ambiental el saqueo de bienes comunes naturales no paró de avanzar, solo fue frenado con lucha en la calle, como en Chubut en su momento, o como ahora está mostrando Jujuy, donde los trabajadores de la educación estuvieron presentes, aliados con otros sectores involucrados en la defensa de los bienes comunes naturales como los sectores pesqueros y mineros, fundamentales para el triunfo de una lucha que continúa.

La Ley de Educación Ambiental, desde el vamos, dejaba abierta la participación de las empresas en la elaboración de contenidos y la posibilidad de ofrecer donaciones a instituciones educativas. Como bien denunció en su momento Nico del Caño del FIT-U apenas tuvo media sanción la ley, y como sucedió en San Juan donde directamente las cámaras empresariales repartieron miles de libros con relatos a favor de la megaminería.

De hecho en Ensenada es conocida la ligazón de empresas como COPETRO (que quema carbón de coque y está catalogada de Nivel 3 en la Ley provincial 11.458 de Radiación Industrial y por ende prohibida su instalación en las ciudades), YPF, y otras empresas cercanas que donan libros de textos e impresoras y herramientas a escuelas y jardínes.

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Esto deja en claro el rol fundamental de los docentes para pelear por la plena implementación de la ley, con presupuesto, formación en horario laboral, herramientas didácticas, escuelas en condiciones, etc. También la importancia de la lucha pedagógica, que permita la realización de planificaciones de contenidos elaborados sobre bases científicas que cuestionen el impacto que tienen las actividades extractivistas sobre el ambiente y la población, tomando en cuenta los problemas ambientales que atraviesan a la escuela como parte de la comunidad.

Los sindicatos son quienes deben impulsar esta lucha. El ejemplo por la negativa es el de la conducción Sudeste-Celeste, que trabaja en alianza con el municipio, ya sea Garro en La Plata, o Cagliardi y Secco en Berisso y Ensenada, para lavarle la cara a las grandes empresas locales.

Entre docentes y estudiantes de las escuelas de Ensenada se vienen dando estos debates y acompañando los reclamos de vecinas y vecinos. Laura Champeau es precandidata a concejal por la lista Unir y Fortalecer la izquierda (FITU) en Ensenada y referente docente del SUTEBA Multicolor, y pelea día a día por una escuela pública de calidad, donde la educación ambiental también sea parte del debate diario, exigiendo que se invierta para la plena implementación de la misma y tomando las demandas socioambientales de la comunidad.

La juventud en el mundo se organiza contra los que están destruyendo el planeta, junto a los trabajadores, que son quienes pueden llevar adelante la transición energética. Por eso los pilares de la educación ambiental deberán estar anclados en la lucha de esas mismas comunidades con sus reivindicaciones y experiencia, en la pelea por invertir las prioridades, porque no hay planeta B.