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Red Internacional
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Tribuna abierta. “Ya basta de dejarnos, es momento de organizarnos”: enfermera del sector privado

Reproducimos el testimonio de una enfermera del sector privado en la Ciudad de México y su experiencia durante los meses más críticos de la pandemia, en un asilo de personas de la tercera edad.

Miércoles 14 de diciembre de 2022

Soy enfermera independiente y trabajo en el sector privado. Presté mis servicios en un asilo al sur de la Ciudad de México. Trabajé durante 5 años con una paga de $1500 semanales con un horario de 12 a 24 hrs, realizando actividades extras que no me pagaban. Viví experiencias buenas y malas, conviví con diferentes cuidadoras y enfermeras.

En ese tiempo tuve a mi cuidado a diferentes adultos mayores a quienes les di las mejores atenciones y los cuidados básicos de enfermería; con el paso del tiempo me fui dando cuenta que no les daban un buen trato a los abuelos, ya que a veces los mismos compañeros los jaloneaban, les gritaban y hasta los golpeaban. A causa de los golpes varios abuelos murieron de derrames cerebrales y de las contusiones obtenidas por los golpes, el jefe y dueño del asilo siempre tapaba los accidentes con dinero, corrupción y permitía muchas negligencias.

La alimentación de las y los abuelos era pésima ya que les daban alimentos con grasa, picantes y hasta echados a perder; cuando pasaba eso del alimento en mal estado, le agregaban carbonato a la comida y eso comían.

Los costos del asilo excesivos: de 30 a 60 mil pesos por mes, con una baja calidad de vida y un trato muy indignante del personal y los encargados del asilo. Llegó la pandemia y no tuvimos los insumos correspondientes, padecíamos de guantes y medicamentos para uso de los abuelos, con la pandemia avanzando las muertes en el asilo eran más y más. Por ende, las y los compañeros se contagiaban y aún con eso el dueño no decía nada, se hacía una cadena de contagios en el asilo. En mi caso, tenía a mi cuidado a una abuela para nebulizarla cada 24 hrs. y no tenía el equipo adecuado, la nebulizaba sin guantes y sin saber que la abuela tenía COVID.

Empecé con síntomas: dolor de garganta y me sentía cansada, lo asemejaba con el cansancio del trabajo. Después me quede sin olfato y fue allí que, el día de mi descanso me realice la prueba (con mis propios recursos y no los del trabajo), cuyo resultado fue POSITIVO. Minutos antes, me llamó mi compañero de trabajo para avisarme que la abuela murió de COVID.

Avise en mi trabajo, me retire 15 días y me aislé en mi casa donde contagié a mis padres. Fue un calvario ya que mis padres estuvieron muy graves en el hospital, mientras yo seguía también enferma. Al pasar el tiempo de aislamiento, quise regresar a trabajar y mi jefe me dijo “ya no me sirves, ya no trabajas más aquí”. Me corrieron del asilo después de 5 años laborando y callando toda la desgracia que pasé, las negligencias que vi y que claro aguanté por necesidad.

En los meses más críticos de la pandemia, a las enfermeras y personal de salud nos llamaron héroes y heroínas pues estuvimos en la primera línea luchando por la vida. Hoy como muchas compañeras y compañeros, me encuentro desempleada, aunque soy Auxiliar de Enfermería y Química profesional, me explotan en los trabajos y no me pagan lo justo por mis servicios.

Hoy me atrevo levantar la voz, para decir ya basta de dejarnos, es momento de organizarnos. Les digo a mis compañeras y compañeros enfermeros del sector privado y público, que no hay que aguantar injusticias y malos tratos, hay que organizarnos junto a las y los médicos residentes, internos, de servicio social, prácticas profesionales, becarios.

Necesitamos unirnos todo el personal de salud activos y jubilados, los sectores públicos y privados, mexicanos y extranjeros, todas y todos juntos para exigir los derechos humanos y laborales que por ley nos corresponden, así como presupuestos y recursos suficientes para dar servicios de salud dignos, de calidad y que beneficien realmente a nuestros pacientes, nuestras comunidades, pueblos y sociedad. Rompamos el silencio, organicemos la lucha.

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Desde La Izquierda Diario abrimos nuestras páginas para difundir las luchas y justos reclamos de enfermeras, médicos, químicos, trabajadoras y trabajadores de la salud, en favor de los derechos laborales y mejoras en la atención para pacientes, derechohabientes y la población. Invitamos a todo el personal de salud a ser colaboradoras y colaboradores de este medio independiente y militante, enviándonos sus testimonios, denuncias, petitorios y reflexiones sobre la situación del sector salud a través de nuestras redes sociales, por Whatsapp al 5578990213 y/o al correo electrónico [email protected]. ¡Infórmate por izquierda!