Entrevistamos al muralista nacido en La Plata, Yapan Fileteador. Fue en el marco del mural que se hizo por los 10 años de la desaparición de Julio López, en la plaza central del barrio de Los Hornos.
Martes 6 de septiembre de 2016
Fotos: Alejandra Toledo
El domingo la Plaza de la Madre (137 y 60) se convirtió en un espacio de arte y militancia, al reunirse trabajadores, jóvenes, mujeres y vecinos del barrio para realizar un mural a 10 años de la desaparición de Julio López en Los Hornos. El "Beto", creador de la obra, fue el primero en llegar y casi el último en irse. Se bancó el frío, la lluvia y el dolor de espalda por una molestia que lo viene aquejando. Y compartió mate y charla con los que le hacíamos de pintores de ocasión ayudándolo en lo que terminó siendo una creación colectiva.
Es más conocido como Yapan, nombre con el cual firma sus obras que colorean las paredes de la ciudad de las diagonales. Pero como él mismo dice, lo importante no es el color sino que las paredes hablen y eso que digan sea un grito contra la injusticia, como en este caso, el grito de Julio para que no se olviden de él ni de la impunidad que atraviesa gobiernos. Al final de la jornada nos dejó sus impresiones en una entrevista:
¿Cómo recibiste la propuesta de venir a hacer el mural?
Yapan: Me pareció una propuesta interesante. Venir a recordar la segunda desaparición de López, en su barrio y dejar una huella. Poder hacer hablar a las paredes pidiendo justicia, esa justicia tan demorada que se refleja en lo que dice el mural: los gobiernos pasan pero la impunidad sigue siendo la misma.
¿Qué te dejó la jornada?
Y: La jornada de hoy me pareció fabulosa, porque yo soy un convencido de que los trabajos colectivos son los que triunfan. Uno es el que tira las primeras líneas, después no hay mural posible si no está metida toda la energía de los compañeros. A veces muchos de ellos no son pintores, algunos capaz que nunca han agarrado un pincel, pero están todo el día acá y hacen el aguante. Uno hace mate, otro la comida, es un laburo colectivo, y es a lo que yo apuesto porque es superador del trabajo individual.
¿Qué crees que le puede aportar el artista y esta obra a la lucha contra la impunidad?
Y: La presencia en la calle como militante es fundamental. Y tener la posibilidad de volcarlo en la pared con un poco de color me parece bárbaro. No sé si soy un artista, antes que nada me considero un trabajador y un militante, y eso me hace estar hoy junto a ustedes, otros trabajadores, haciendo estas actividades. Considero que pintar es una herramienta que sirve para ponerla al servicio de las luchas. Uno desde lo que hace tiene que tomar posición siempre, comprometerse. Yo por mi oficio de pintor de letras fileteadas, digo siempre que antes que pintor o artista, soy un trabajador
¿Qué te genera estar haciendo un mural de un caso en el que la justicia a 10 años no ha avanzado nada?
Y: Lamentablemente es así. Me genera indignación, mucha bronca por la impunidad, por ver que siguen pasando las diferentes caras y López no aparece. La desaparición fue un quiebre importante, es uno de los tantos desaparecidos en democracia, porque no es el primero ni el único. Entonces tenemos que seguir pidiendo justicia, seguir luchando por la aparición con vida y el castigo a los responsables, la cárcel común para estos malparidos como Etchecolatz que hoy este gobierno lo está poniendo en la puerta de su casa. Pero también está la complicidad de los gobiernos anteriores, de dirigentes, de la policía, o sea de todos los poderes desde la justicia para abajo que hacen que Julio hoy siga estando desaparecido.
¿Cómo pensás tiene que seguir la pelea por la aparición con vida?
Y: La perspectiva de los trabajadores para pelear contra los ataques es la calle, no hay mucha vuelta. La perspectiva es la lucha, seguir teniendo presencia. Para algunos pareciera que salir a la calle ahora es como algo novedoso, pero nosotros siempre hemos estado: en los ’90, en el ’2001 y hoy seguimos estando, porque es el único lugar desde donde nosotros podemos dar estas batallas, seguir teniendo presencia y demostrarle a la gente que es lo que hay que empezar a reivindicar. Si no les gritamos nuestros desaparecidos en las paredes y estando en las calles nunca vamos a saber qué pasó con Julio López.
