El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina criticó a sus pares de la CGT por no cuestionar el ajuste del gobierno. Mientras tanto desde el Ministerio de Educación piden un paro nacional.
Sábado 7 de enero de 2017
El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky, criticó a sus pares de la CGT por la falta de cuestionamiento a las políticas de ajuste del gobierno nacional.
Yasky declaró que "se está terminando de destruir lo poco que queda de trabajo genuino. Vemos con estupor la llegada de (Nicolás) Dujovne. Encima pretenden que entre mercadería importada que destruye más puestos de trabajo. Quedó demostrado que el aumento de salarios no genera inflación. No cumplen ninguna promesa de no despido. El Estado echa gente de Educación y encima reprimiendo. La CGT está con los ojos cerrados, no quieren ver la realidad", enfatizó el dirigente gremial.
Entrevistado por diversos medios, el exsecretario general de la Ctera aseguró que "todas" las políticas que impulsaron desde el triunvirato de la CGT "fracasaron". "La tregua, el acuerdo, la complacencia de la central obrera con el Gobierno no favoreció a los trabajadores. Aceptaron la agenda que les impuso el Gobierno, un proyecto de Ganancias mezquino".
El líder de la CTA se quejó que la CGT no puso ningún reparo en los recientes anuncios económicos del ministro de Hacienda. "Dujovne anuncia que va a recortar aportes, dejar entrar mercadería importada, son las medidas económicas adoptadas por Martínez de Hoz y Domingo Cavallo. Avalar esto es el gran error de la CGT", subrayó.
"Nosotros tenemos que estar pensando ya en una gran marcha para sostener la paritaria libre. El Gobierno intenta violar la ley internacional e impedir una paritaria nacional docente porque no quieren discutir por sobre el 18 % que ya aceptaron algunos gremios", manifestó. Y afirmó que avisara "un 2017 en el que la lucha va a ser para recuperar salarios. Para defender paritarias libres y convenios colectivos. Las medidas de Dujovne van en contra del movimiento obrero. Si los dirigentes de la CGT quieren seguir a los arrumacos con el Gobierno vamos a tener que salir a pelear desde la CTA”.
Si bien las acusaciones de Hugo Yasky ante la inercia de la CGT son reales y el
2016 fue testigo del nulo accionar de sus pares, las declaraciones del “maestro” suenan más a un canto de sirena de cara a organizar alguna marcha donde los trabajadores vuelvan a sus casas para después a los dos o tres meses volver a una nueva movilización sin continuidad y plan alguno.
Estas declaraciones se dan en el marco del conflicto en el Ministerio de Educación de la Nación, donde gran parte de las trabajadoras y los trabajadores que luchan por mantener sus puestos de trabajo exigen a las centrales sindicales (la CTA de Yasky entre ellas, con el peso que tiene en los gremios estatales) que llamen a una gran jornada de lucha nacional con cortes de calles y paro nacional. Algo a lo que Yasky parece no atender, cuando en verdad debería ser uno de los dirigentes ubicados más a la cabeza de esta pelea.
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Está claro que el macrismo tiene una agenda de ajuste. En los primeros días de enero ya se registraron despidos y suspensiones en algunas ramas industriales, además de pérdidas de puestos en el Estado. No existe por el momento medida alguna que impida que esto continúe y se agrave con el correr del tiempo.
El veto presidencial en 2016 a la ley de despidos es una muestra clara de las intenciones del gobierno. La CGT Y las dos CTA tienen que demostrar con hechos y no con palabras que los trabajadores no son los culpables de la crisis y que son capaces de ponerse al frente de la lucha. Sobran motivos para mostrar la bronca, solo falta organizarla.