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Red Internacional
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EN LA BÚSQUEDA DE ACUERDO POLÍTICOS. Zapatero vuelve a Caracas luego de las marchas de la MUD y el chavismo

Este lunes fue un día de declaraciones sobre el “diálogo” en el país por parte de los integrantes del Gobierno y del PSUV como desde la oposición aglutinada en la MUD. Afirmaciones que parecían desvinculadas en verdad se hacían en el marco de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al país.

Martes 6 de septiembre de 2016

La nueva visita de Zapatero se da pocos días después en que la oposición, aglutinada en la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), realizara una contundente movilización en Caracas, que si bien no alcanzó los números declarados por sus dirigentes fue suficiente para mostrar fuerza y músculo en las calles. El chavismo en ese día concentró un número menor de personas en la famosa Avenida Bolívar del centro de Caracas.

Desde muy temprano se dio a conocer que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero había partido hacia Venezuela, por declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de este país, José Manuel García-Margallo. "España está teniendo un papel extraordinariamente activo" en Venezuela, aseguró el ministro tras anunciar el viaje del expresidente, que viene actuando como mediador en la iniciativa de diálogo entre la oposición y el Gobierno de Maduro auspiciada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en el que también participan el expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández y el de Panamá, Martín Torrijos.

Zapatero vuelve pocos días después de que el pasado miércoles Venezuela tuviera una visita de un día y juntos antes de la movilización de la MUD del jueves que, de acuerdo a sus dirigentes, pedía para que referendo revocatorio a Maduro se realizara este año. El pasado mes de julio el expresidente español estuvo en el país para movilizar las gestiones por el diálogo donde incluso estuvo a punto de realizarse una reunión directa entre el Gobierno de Maduro y la MUD. También en junio había viajado para visitar en la cárcel al dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López.

Declaraciones altisonantes pero por abajo correrían otras aguas

Tanto desde el Gobierno como desde la oposición derechista suelen caracterizarse por declaraciones altisonantes siempre que se refiere a cuestiones de diálogo, pero las reuniones entre integrantes entre la MUD y del Gobierno de Maduro con miembros de los mediadores internacionales no han dejado de realizarse.

El domingo, el vicepresidente ejecutivo del Gobierno de Maduro, Aristóbulo Istúriz, había asegurado el domingo que aún hay tiempo para entablar un diálogo. "Siempre es posible un entendimiento, lo más importante es que se haga a tiempo", ha dicho Istúriz en una entrevista con el diario local El Universal al ser consultado sobre el proceso de diálogo.

Este lunes, una rueda de prensa del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) en la que participaba Elías Jaua, éste reiteraba el llamado al diálogo a la oposición: “Es necesario que de una vez por todas los sectores de la oposición atiendan al llamado que insistentemente ha hecho el Presidente Nicolás Maduro, con el acompañamiento de Unasur”. Pero sobre el punto más demandante, el revocatorio, desde el Gobierno se ha insistido en que “no hay condiciones” para que se pueda concretar este año.

Pero recordemos que días antes de las marchas del 1 de septiembre, la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Socorro Hernández, aseguraba que la siguiente fase de requisitos para activar el referendo que impulsa la oposición para revocar el mandato de Maduro, se realizará entre el 24 y el 30 de octubre próximo. Sin embargo, esto no es sinónimo que, cumplida esta fase, se realice el referendo propiamente dicho este mismo año.

Por su parte, Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional e integrante de la MUD aseguraba este lunes que, pese a los reiterados llamados del Gobierno venezolano, el presidente Nicolás Maduro no da señales para que se abra un proceso de diálogo con la oposición. "Dicen que están abiertos al diálogo, pero hacen todo lo contrario. Fíjate la cantidad de detenidos que hubo a propósito de ’la toma de Caracas’ el 1 de septiembre y que los que se siguen produciendo todos los días", dijo Ramos en una entrevista con la emisora local Unión Radio. "Esas no son señales que el Gobierno, ni por asomo, quiera conversar o, siquiera, quiera poner una tregua en su forma de proceder en los últimos años, para nada", dijo Ramos Allup.

Para cualquier lector estas afirmaciones, tanto desde el Gobierno y la oposición, supuestamente indicarían que no habría acercamientos, pero contrastan con las propias afirmaciones de José Luis Zapatero al llegar este lunes a Caracas que manifiesta lo contrario. Y es en los entretelones donde las cosas podrían estar tomando los verdaderos movimientos en la búsqueda reales de acuerdo.

De esta manera, ya en el país al comenzar la noche, Zapatero señaló que su llegada a Venezuela responde a las visitas semanales realizadas para adelantar el proceso de diálogo que calificó como "largo". Sin embargo, destacó que hay disposición para avanzar en él: “Todas las semanas venimos, el diálogo va avanzando es un proceso largo lo importante es que hay disposición”.

Resalta el ex presidente español que “estamos trabajando para que haya resultados en el diálogo… mañana (martes) los acompañantes… vamos a trabajar con el Gobierno y por su puesto con la oposición”, sin dejar de remarcar que “el diálogo va avanzando”.

Una situación abierta pero más cargada de tensiones

Como se sabe, las reuniones discrecionales entre representantes del Gobierno y la oposición con los mediadores se vienen realizando constantemente que, como una vez revelara Jorge Rodríguez, miembro de la comisión designada por el Gobierno de Maduro para la exploración de un proceso de diálogo con la oposición, se han dado “reuniones privadas, secretas…”.

Más aún, estas reuniones se intensificarán luego de las marchas del 1 de septiembre, sobre todo por la multitudinaria marcha realizada por la derecha que desde hace tiempo no conseguía mostrar en las calles a pesar de su importante triunfo electoral del pasado 6D, buscando establecer una nueva correlación de fuerzas a su favor en el marco de la tensión política como para presionar más al Gobierno de Maduro.

Si bien estas marchas no marcan un antes y un después, por la contundencia de la fuerza mostrada por la derecha, nuevas dinámicas puede tomar la situación del país, sobre todo en lo que dice respecto al tema del referendo revocatorio que hoy crispa la confrontación entre el chavismo y la oposición, así como en las negociaciones que seguramente se deben estar llevando a cabo entre el Gobierno y la derecha.

La situación tenderá a tensionarse más, pues es difícil creer que luego de la masiva marcha de la oposición las cosas sigan corriendo tal como antes y el Gobierno continúe imponiendo las “reglas de juego”. La derecha buscará tensionar al límite, incluso dado el caso que no se termine de realizar el referendo este año, éste puede ser el área de consenso que permita encausar, vía pactos, la “transición” a un poschavismo más estable, funcional a la necesidad de orden de la clase dominante, mediante acuerdos básicos entre la oposición, sectores del chavismo y las Fuerzas Armadas.

Aunque dado el nivel de la crisis económica y la inestabilidad política así como de explosivas condiciones nada puede descartarse, ni siquiera provocaciones o aventuras de uno u otro sector, y aquí con total seguridad las Fuerzas Armadas ocuparán un papel central. Aún muchas cosas están por verse.

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