Lo que comenzó como un reclamo en las redes sociales bajo el hashtag #ThisFlag se extendió a huelgas y movilizaciones. El gobierno sin respuesta ante las protestas por la crisis económica y social.
Diego Sacchi @sac_diego
Martes 12 de julio de 2016
Fotografia: The Guardian
Las protestas se extienden por este país del sur de África motorizadas por el descontento con la situación económica y el hartazgo con la corrupción y el autoritarismo del gobierno que desde 1987 ocupa el presidente Robert Mugabe, de 92 años.
El descontento comenzó a expresarse a través de la viralización de un video del pastor Evan Mawarire publicado en las redes sociales. En el mismo el pastor bautista aparecía con la bandera de Zimbabwe alrededor de su cuello explicando su descontento con la situación del país. Bajo el hashtag #ThisFlag esa forma de protesta se multiplico por decenas de miles.
Mawarire buscaba concientizar a los ciudadanos de la situación actual del país. "El [gobierno] ha robado nuestro dinero. Está fuera de contacto con los problemas que tenemos. Debe comenzar a escuchar a la gente y acabar con la corrupción que ha paralizado la economía ", dijo Mawarire a The Guardian.
Message to our Government. What we are fighting is SIMPLE:
1. Corruption
2. Injustice
3. Poverty#ThisFlag— #ThisFlag (@ThisFlag1980) 9 de julio de 2016
El país desde 2009 adopto una canasta de monedas extranjeras -en gran parte el dólar estadounidense- en remplazo de una moneda propia. En 2013 el ZANU-PF –partido del presidente Mugabe- ganó las elecciones en medio de acusaciones generalizadas de fraude electoral. Ahora el gobierno está luchando para financiar su presupuesto anual de 4 mil millones de dólares. Los empleados públicos, médicos y maestros están con la mayor parte de sus salarios adeudados. A lo que se suma una sequía que amenaza a hasta 4 millones de personas con el hambre.
Esta situación económica y política del país llevó al movimiento que comenzó en las redes sociales a extenderse a las protestas callejeras.
Las protestas comenzaron a principio de Julio cuando el gobierno decidió cerrar el paso fronterizo que conecta con Sudáfrica, buscando evitar el ingreso de productos básicos que ingresan al país y son más baratos que los de producción local. Los residentes de Beit Bridge quemaron un almacén donde se confiscaban los productos importados y se enfrentaron con la policía. Rápidamente se extendieron a los empleados públicos. "Los maestros y el resto de los funcionarios públicos están declarando su incapacidad para ir a trabajar. Los departamentos gubernamentales estaban funcionando sin algunos de sus empleados que se quedaron en casa", dijo el presidente de la Unión de Maestros de Zimbabwe Richard Gundani sobre las huelgas llamadas en el sector estatal.
Uno de los puntos más altos de las protestas en las últimas semanas fue el miércoles 6 cuando bajo el lema #ZimShutDown (Zimbabwe se apaga) las calles quedaron desiertas, los negocios, bancos y oficinas públicas permanecieron cerrados. Ese día los manifestantes fueron duramente reprimidos en la capital del país.
VIDEO of #Harare in #ZimShutDown2016> https://t.co/01TbPzsAsA #ZimProtests #ZimbabweShutdown #zimshutdown #Zimbabwe #ThisFlag #harareprotest
— SharingdeWeb (@SharesandShares) 6 de julio de 2016
Las protestas han dejado de lado a los partidos de oposición, como el Movimiento para el Cambio Democrático, liderado por Morgan Tsangvirai. Además de #ThisFlag, han aparecido otros movimientos como Tajamuka -"Nos negamos", en la lengua de Shona de Zimbabwe -que ha puesto en marcha manifestaciones espontáneas en el último mes.
Mientras la crisis se agudiza y hay llamadas nuevas protestas bajo el lema #ZimShutDown para el 13 y 14 de Julio, sectores del gobierno ya comienzan a ver como salida la destitución del actual presidente buscando lograr apoyo de las potencias extranjeras y el apoyo financiero que les permita dar un respiro a la complicada situación económica del gobierno. Pero esta salida tampoco parece simple, las divisiones en el partido de gobierno sobre el sucesor de Mugabe se han trasladado a los órganos de seguridad del Estado, una situación difícil de controlar cuando son estos organismos de seguridad los encargados de sofocar las movilizaciones.
Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.