La polémica obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que ha implicado despojo de tierras de las comunidades de Texcoco como Atenco y un presupuesto irrisorio de por lo menos 300 mil millones de pesos, ha vuelto a la escena política nacional.
El debate ahora gira entorno a la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, que consiste en transferir la obra a la base militar de Santa Lucía en Zumpango, Estado de México y dar garantías a todos los inversionistas.
Tanto José Antonio Meade y Ricardo Anaya han comentado que es imposible cualquier cambio en la obra del NAICM.
La respuesta más reciente de AMLO es la invitación al gobierno federal y a los empresarios para hacer una mesa de revisión del proyecto, llamando al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a “honrar el compromiso de revisar los contratos del NAICM”.
Frente a esto y el conjunto de la propuesta de AMLO, José Antonio Meade dijo que “no pensamos que la ley sea objeto de una mesa de debate, el Estado de derecho no se discute”.
Por su parte el candidato a la presidencia por la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya comentó que la propuesta de transferir el NAICM a Santa Lucía es “un disparate” ya que se cuenta con inversión realizada.
En tanto el gobierno federal se pronunció en voz de Eduardo Sánchez, vocero de la presidencia y Enrique de la Madrid, secretario de Turismo, comentando que empresas como Mitre o Coconal consideran inviable la propuesta de AMLO e incluso calculan que un cambio de planes costaría por lo menos 120 mil millones de pesos perdidos.
La balanza se inclina y la opinión también
Las últimas encuestas ubican a AMLO en primer lugar con por lo menos 8 puntos de distancia con Ricardo Anaya y 13 puntos de Meade (según la última encuesta de Mitofsky), una ventaja clave que como analizamos en otras notas genera un cambio de estrategia necesaria para el priismo que atraviesa una dura crisis y que no logra dejar el tercer puesto en preferencias de votación.
AMLO sabe que es necesario cuidar cada una de sus palabras y acciones en la recta inicial de la apertura formal del periodo de campaña electoral. Es por eso que ha matizado su discurso de cancelación del actual proyecto de NAICM a una simple revisión de los contratos para verificar que todo esté en regla y una tibia propuesta de un cambio de lugar para el aeropuerto pero garantizando hasta el último centavo de inversión de los grandes empresarios de la construcción.
La clave rumbo a las elecciones y el peso que el tabasqueño va adquiriendo por encima de sus contrincantes se cristaliza en el sí que ha dado el CCE en voz de Juan Pablo Castañón a su propuesta de llevar a cabo una mesa de análisis técnico que permita revisar la viabilidad del NAICM. Una propuesta que contempla 15 personas: 5 del gobierno federal, 5 de la iniciativa privada y el resto de espacios para el grupo de AMLO y la invitación abierta a representantes de los candidatos Meade y Anaya.
Varios sectores empresariales han calificado como un error la decisión del CCE. Sin embargo, éste ha salido a decir que la reunión únicamente tendrá un carácter informativo y ahí mismo pedirán que se agilicen las obras del nuevo aeropuerto.
Según el sector empresarial el 74% de las inversiones necesarias para poner en pie el NAICM ya se licitaron además de que aseguran que las obras van ya al 50%.
Con las candidaturas presidenciales a punto de arrancar este 1 de abril, sin duda el debate del NAICM da atisbos del panorama electoral.
AMLO ha logrado entablar un diálogo con un sector fundamental de la burguesía mexicana como el CCE, que si bien muy probablemente no se sentará a doblar las manos frente a la prepuesta de AMLO.
Pero sí refleja dos cuestiones: en primer lugar la disposición de un sector clave del empresariado para dialogar con las propuestas de AMLO y en segundo lugar, denotan el peso que López Obrador va adquiriendo en la escena política nacional rumbo a la contienda electoral.
No hay que descartar por otro lado, que las coaliciones del priismo y el panismo tomen la posición de AMLO en torno al NAICM para intentar restarle puntos en las preferencias de voto, aunque esta posibilidad esté flanqueada por todos los escándalos de corrupción del gobierno federal y del propio Anaya y el lavado de dinero. | 
