Emilio Enrique Pedroza Montes, Juez Quinto del Distrito de Amparo en Jalisco otorgó un amparo a Roberto Sandoval Castañeda, ex gobernador de Nayarit acusado de enriquecimiento ilícito, uso indebido de funciones, desvío de recursos y vínculos con el crimen organizado.
Así este priista la libra hasta de la pantomima de la justicia de los ricos, aunque aclara el dictamen que “aun podrá ser investigado por un agente del Ministerio Público del fuero común”.
Sandoval salió de la gubernatura de Nayarit en septiembre de 2017 en medio de una sucesión de escándalos de corrupción y acusaciones de relación con el narcotráfico, a partir de su vínculo con el ex fiscal Édgard Veytia, detenido en Estados Unidos.
En una entrevista reciente con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, afirmó que “no desvié ni un sólo peso. No me imagino dónde pueden caber 2 mil millones de pesos”. Y agregó “Mi declaración patrimonial está en orden y he trabajado toda mi vida; no tengo más propiedades que las declaradas, ni prestanombres”. Cinismo sin límites.
Este gobernador es parte de las huestes del “nuevo PRI” que presentó Peña Nieto al inicio de su sexenio, como César Duarte, de Chihuahua, Javier Duarte de Veracruz y Roberto Borge de Quintana Roo. Todos niños del coro del tricolor cuya avaricia coadyuvó a la crisis actual del PRI, ya que se encargaron de vaciar las arcas públicas a un nivel que ya resultó inocultable. Se enriquecieron de forma exorbitante por avanzar en degradar las condiciones de vida de las mayorías en favor de las trasnacionales y los grandes empresarios.
Estas finísimas personas son parte del séquito de saqueadores y aplicadores de las reformas estructurales impulsadas por Enrique Peña Nieto siguiendo las órdenes de los organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los trabajadores, las mujeres y la juventud nada pueden esperar de los políticos aliados de los empresarios y el imperialismo estadounidense. |