En su último informe de gestión al Congreso, el jefe de Gabinete Marcos Peña reveló que el gasto “para la refacción y acondicionamiento de las unidades turísticas en Chapadmalal de uso presidencial” fue de $ 7.186.000.
Se incluyen en este predio el chalet, las canchas de tenis, pileta, helipuerto, playa propia, muelle y mirador.
El secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, tiene en mente un plan de reformas por el que se desembolsarán $ 285 millones.
Para el arreglo de sus distintos hoteles, a cargo de la cartera de Turismo que lidera Gustavo Santos, el Gobierno destinará este año $ 98.080.000.
La información se hizo pública el mismo día en que la Casa Rosada difundió que un cuarto de la población se mantiene bajo la línea de pobreza y un 5 % es indigente.
Mientras la inflación se come los salarios el Gobierno, que busca imponer paritarias a la baja y prepara un nuevo tarifazo, destina cifras millonarias para remodelar el lujoso chalet en la costa donde los presidentes tienen la posibilidad de pasar días enteros aislados de del resto del mundo y mirando el mar.
Nada que sorprenda del gobierno de los CEO. Pero sí mucho que indigna más. | 
