Ernesto Zippo
| Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz
Los trabajadores de Yacimientos Carboníferos Río Turbio siguen luchando en el extremo sur de país contra el constante ataque de la intervención macrista de Omar Zeidán que junto al gobierno nacional intentan quebrar la heroica resistencia.
El conflicto lleva más de dos meses de medidas de fuerza como respuesta al brutal ajuste que tuvo más de 500 despidos y retiros voluntarios forzados a los trabajadores y trabajadoras del carbón.
Luego de la llegada de los primeros telegramas de despidos hubo una inmediata respuesta paralizando totalmente las instalaciones de YCRT hasta lograr la reincorporación de todos los trabajadores, sumando la exigencia de que se reactive la Mega Usina de 24 MW y por último (y no menos importante) que no se tome de rehén la entrega de las conquistas del convenio colectivo de trabajo por el que tanto lucharon los mineros por décadas incluso con el costo de 14 trabajadores muertos en el crimen social ocurrido en el año 2004 producto de la desidia estatal.
Omar Zeidán y toda su gerencia recurre a todo tipo de presiones para desmoralizar a los trabajadores incluso enviando a la gendarmería para desalojarlos de la Boca de Mina 5, donde instalaron los “ranchos” que los protegen de las inclemencias del hostil clima patagónico junto a sus familias.
Sólo el enorme apoyo de la comunidad que los acompañó impidió que la Gendarmería, la misma institución que mató a Santiago Maldonado reprimiera y así fueron expulsados de la cuenca carbonífera.
En la actualidad la intervención busca una nueva estrategia para amedrentar y así que desistan de los reclamos para defender la estabilidad laboral de la que depende la existencia de dos localidades de más de 40 mil habitantes. La patronal amenaza con presentar el concurso preventivo de crisis en caso de que la intersindical no acepte el nuevo plan de trabajo para reactivar la empresa minera. Es un chantaje total para tercerizar las condiciones de trabajo de los mineros y hacer de su trabajo un negocio empresarial como ocurre en Vaca Muerta.
Los trabajadores rechazaron la propuesta extorsiva en asamblea y están dispuestos a defender sus derechos a pesar de que la intervención les depositó los sueldos fuera del término legal para quebrarlos por hambre. Mientras tanto a los despedidos le depositaron la liquidación final para desalentarlos a seguir luchando por su reincorporación. Muchos despedidos siguen firmes y no tocaron la liquidación depositada.
Los medios nacionales de prensa intentan aislar las voces de ellos para que la intervención influya en la opinión pública quitándoles el apoyo a los mineros en todo el país.
En términos generales buscan aislar la resistencia obrera de los mineros, las mujeres y la comunidad que los apoya. Por eso los mineros marcharon el martes 27 de marzo a la ciudad capital de Río Gallegos con un documento de exigencia a la gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner para que asuma su responsabilidad en el conflicto.
La mandataria recibió a los 200 mineros con un discurso cínico de aparente apoyo a su reclamo. Aunque nunca recibió en sus dos años de mandato al resto de los trabajadores docentes, municipales, estatales y jubilados que muchas veces marcharon a la Casa de Gobierno reclamando por sueldos dignos, muy similar a lo que ocurre con el gobierno nacional que lleva adelante un ajuste brutal.
El Frente Para la Victoria tiene mucha responsabilidad en lo que pasa en YCRT. Los viejos mineros recuerdan cuando no eran escuchados por el FpV sobre el vaciamiento de la empresa a manos de su amigo el testaferro Sergio Taselli.
El lunes 26 de marzo se realizó en Río Turbio una reunión de secretarios generales de la Patagonia y de la dirección nacional de ATE donde otras resoluciones decidieron impulsar un paro regional el día 5 de abril con movilización incluida en toda la Patagonia.
El 9 de abril viajaría una delegación importante de mineros a Buenos Aires para participar del acampe de todos los sectores en lucha del país, en el Obelisco hasta el 13 de abril. Y Por último un paro y movilización para el 11 de abril a nivel nacional.
La lucha minera se debe instalar en el centro político del país donde se deciden las medidas de ajuste a los trabajadores. Además es allí donde está instalada toda la intervención de YCRT, digitando todos sus colaboradores mediáticos y su ejército de trolls que atacan en las redes sociales.
La batalla que falta dar es allí en la gran ciudad donde hay que desenmascarar las verdaderas intenciones de un nuevo intento de privatización en puerta que afectará de manera muy dramática a la cuenca carbonífera.
Pero para eso los trabajadores del carbón, las mujeres y toda la comunidad tienen que garantizar que las direcciones sindicales nacionales aporten todos los recursos económicos para que una delegación contundente viaje para hacer escuchar la verdadera voz de lo que ocurre.
Es necesario un fondo de huelga que permita seguir resistiendo una lucha que se merece ganar y marcar el camino al resto de los trabajadores que enfrentan al gobierno macrista y los gobernadores ajustadores de todo el país.