A seis meses del 1-O, este domingo los Comités de Defensa de la República (CDR) han abierto las barreras de los peajes de la AP-7 a la altura de Roca del Vallès como parte de la campaña #NoVullPagar (No quiero pagar), recuperando el espíritu de la campaña del 2012 “no paguem”.
Las acciones de los CDR continúan de este modo, las acciones que ya retomaron desde la última ofensiva judicial del gobierno del PP y la judicatura, iniciando lo que se llama la "primavera catalana".
El objetivo era abrir los diferentes carriles en dirección Barcelona para permitir que los coches pudieran pasar sin pagar. También han tapado las cámaras para evitar identificaciones y multas.
Más tarde, la misma acción se ha repetido en otros puntos de la misma vía, a la altura de El Vendrell y L’Hispitalet de l’Infant. También se ha replicado en otros lugares como en la autopista de Terrassa-Manresa, C-16. Como ya habían anunciado hace días, esta ha sido “la primera acción de desobediencia civil masiva”
Como decía el comunicado que anunciaba acciones de este tipo, el objetivo de la protesta era manifestarse “contra la represión española, los presos políticos, el exílio forzoso, los golpes de porra y el secuetro judicial de la soberanía catalana” como ya explicaron en su comunicado que señalaba que “lo mejor que podemos hacer no es llenar el país de lazos amarillos sino dejar de obedecer a los carceleros del 155”.
A día de hoy es la empresa Abertis la concesionaria de las autopistas de Catalunya. Durante el año pasado casi 900 millones de euros de beneficios. Pese a eso este años los peajes han seguido subiendo hasta un 2%. Ahora la concesionaria cambiara de manos y pasará a estar bajo el control de Florentino Pérez y la empresa italiana Atlantia.
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