Foto de Matías Subat, tomada el día en que se conoció la sentencia condenatoria a prisión perpetua contra el policía asesino Claudio Salas, quien fue beneficiado por la justicia y se encuentra cumpliendo una pena de 15 años. Gentileza “El Zumbido”
Cristian Millán era amigo del joven Braian Hernández, asesinado a los 14 años por el policía Claudio Salas. Braian era un pibe vivía en el oeste de la ciudad, e iba con seis amigos en un auto, cuando un móvil policial le hizo señas que se detengan y los chicos continuaron, lo que fue suficiente argumento para que el policía Salas disparara a la luneta del vehículo, sabiendo que estaba lleno de jóvenes, y terminara con la vida de Braian el 19 de diciembre del 2012.
Salas fue detenido y confesó haber disparado contra el auto porque “le pareció que disparaban de adentro”. El único disparo que existió esa noche provino del arma del policía, impactando en Braian, que falleció horas después.
Cristian, como tantos jóvenes pobres, vio cómo la policía asesinó a uno de sus amigos y convivió con ese dolor durante cinco años. Elyzabeth Hernández, madre de Braian, dedicó estas palabras para despedirlo: “Cristian estaba en el auto con él. Se suicidó, se ahorcó, ¿por qué? También víctima de este estado asesino. Porque a los 13 años vio morir a su amigo con un tiro en la nuca por un policía cómo se supera esto. Que descanses Cristian, no voy a olvidar tu risa y las tardes en la vereda de casa con Braian. Estás con Braian y Willy ahora. Se me destrozó el corazón” |