Este viernes 30, los trabajadores de Lear realizaron la XVI Jornada Nacional por su reincorporación, acompañados como siempre por agrupaciones obreras, personalidades de DDHH y organizaciones de izquierda. En esta jornada de lucha se cortaron la Panamericana, el puente Pueyrredon, como así también se realizaron cortes en diversas ciudades del país. Como parte de la delegación de organismos y militantes del PTS participé del corte realizado en Puente Pueyrredón. Nos encontramos al llegar con un fuerte operativo de la Policía Federal y la Prefectura Naval Argentina.
Durante meses de conflicto en Lear, la Gendarmería Nacional ha reprimido a los trabajadores y a las organizaciones solidarias de forma brutal. Nuestra lucha persistente a pesar de esto, y nuestras denuncias sobre el accionar de esta fuerza permitieron que lográramos sacar a los miles de gendarmes de la Panamericana ganando el derecho a la protesta social.
Como todos sabemos esta lucha de los trabajadores de Lear, estas semanas se da en el marco de una “guerra de servicios” que se puso de manifiesto con la muerte dudosa del fiscal Nisman. Es una denuncia histórica de los Organismos de DDHH y las organizaciones de izquierda desde la salida de la dictadura a esta parte, que los servicios de inteligencia siguieron impunes bajo los gobiernos constitucionales operando a su servicio para espiar adversarios políticos, infiltrar y preparar las represiones contra los trabajadores, las organizaciones sociales y políticas, sobre todo a la izquierda.
Una denuncia que hoy sale a la luz para millones, desenmascarando al gobierno que hablaba de los derechos humanos, y durante 11 años, cobijó y utilizó a estos servicios, como demostramos con la denuncia del Proyecto X del cual soy querellante.
Infiltrados en la Jornada por Lear
En el marco de esta situación, pudimos observar hoy nuevamente como con absoluta impunidad 4 agentes de civil (como mínimo) se infiltraron entre los que nos manifestábamos para espiarnos. Pudimos constatarlo, porque previamente a que comenzara el operativo, los vimos con miembros de la Prefectura. Uno con aire distraído y comiendo galletitas se acerca a preguntar si los autos que estaban cortando el puente venían con nosotros, otros tres se ubicaron por largo tiempo en la baranda de dicho puente también registrando nuestros movimientos, observándonos. Sacamos fotos y les dijimos que se retiraran, que ya sabíamos que eran canas, cuestión que en los hechos confirmaron retirándose de nuestro corte. Una prueba irrefutable de que se trataba de agentes de civil infiltrados para espiarnos.
Nuevamente muestran cómo violan los protocolos formales de seguridad por los cuales está prohibido infiltrar miembros de cualquier fuerza de seguridad en marchas, organizaciones sociales o políticas, etc.
Recordemos que el operativo estuvo a cargo de la Policía Federal, la cual cuenta con el cuerpo de información de por lo menos 1000 agentes (servicios, amparados en una ley de la dictadura cuyo función es el espionaje político).
Esto muestra cómo actúan los servicios de inteligencia y en un lugar tan simbólico como el Puente Pueyrredón, donde fueron asesinados Kosteky y Santillan, resulta realmente alarmante el mensaje de poder que nos quieren trasmitir.
Hace unos meses declaré en la causa contra el conocido gendarme “carancho” Torales, en la misma denuncié al infiltrado coronel Galeano, mano derecha de Berni que daba las órdenes de reprimirnos y luego se infiltró entre nosotros. A su vez denuncié que pese a que este caso cobró una gran notoriedad pública y había ya una denuncia judicial, en las marchas posteriores seguimos viendo como seguían infiltrándose en las manifestaciones.
Este nuevo episodio de hoy muestra la hipocresía del Gobierno Nacional que mientras anuncia la creación de la Agencia Federal de información, con el relato de que se dedicarían a delitos de narcotráfico, trata de personas, etc., los servicios siguen cumpliendo sus reales funciones: espiar, para luego perseguir y reprimir a las organizaciones de trabajadores, sociales y la izquierda.
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