Marguerite Annie Johnson, mejor conocida como Maya Angelou o Doctora Maya Angelou, nació en Louis Missouri el 4 de abril de 1928.
Escribió 7 autobiografías, ensayos y diversos poemas, además de escribió para cine y televisión. Se trata de una figura muy influyente de la cultura afroamericana, tanto, que Google le dedicó un doodle.
Tuvo una infancia difícil debido al abuso sexual que sufrió por parte de una pareja de su madre cuando tenía tan sólo 8 años de edad. Maya se lo contó a su hermano mayor, quien denunció lo sucedido y el responsable fue detenido; sin embargo recibió una ridícula sentencia de un día. Unos días después de conseguir la libertad fue asesinado y Maya se sintió responsable por su muerte así que decidió no volver a hablar durante cinco años.
Durante este gran silencio, Maya se dedicó a la lectura y fue influenciada por poetas como Anne Spencer o Frances Harper, además asistió a la escuela de Labour Social de California y mientras estudiaba trabajó como conductora de tranvías en San Francisco, fue la primera mujer negra en tener este trabajo.
Vivió un periodo de dificultades económicas tras el nacimiento de su primer hijo y tuvo que trabajar de lo que encontraba.
A lo largo de su vida viajó y conoció a otras personalidades como Martin Luther King, Nelson Mandela, Malcolm X y trabajó con el abogado y activista sudafricano Vusumzi Make, momentos en los que definió su compromiso con la lucha por los derechos civiles de la comunidad negra.
Su escritura se desarrolló alrededor de los años 60’ y sus aportes están centrados en la literatura, la poesía y las artes en general, razones por las que recibió diversos premios y reconocimientos. Conoció e hizo amistad con la presentadora Oprah Winfrey.
Fue profesora en Estudios Americanos en la Universidad de Wake Forest de Carolina del Norte, y finalmente falleció a los 86 años de edad un 28 de mayo de 2014.
Tenía una visión bastante optimista y artística de la vida, subjetivamente transformó sus “tragedias” en algo positivo. Maya opinaba que: “Cada que una mujer se defiende, sin pretenderlo y posiblemente sin saberlo, defiende a todas las mujeres”, lo cual es cierto a nivel subjetivo y en términos del imaginario colectivo; sin embargo, no es suficiente.
Sus aportaciones a la literatura son valiosas, es importante reconocerla y recordarla, pero falta mucho camino por recorrer. Hoy más que nunca hay que tomar en nuestras manos y en colectivo la lucha en las calles por todos nuestros derechos, como lo ha hecho el movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos enfrentando la brutal violencia policial; y como lo ha hecho el potente movimiento de mujeres que se está gestando con llamados a #ParoInternacional. |