El programa abrió con “la diva de los almuerzos”, aunque los sábados se cena, con un descargo donde una pretendida inocente señora afirmaba que además de estar totalmente arrepentida de haber llevado a su mesa a Natacha Jaitt (la elegida para ponerle voz a una interna entre servicios, donde el terreno son las denuncias surgidas por abuso de menores en los clubes de fútbol), que a ella la convencieron de llevar a esa mediática a su programa, porque no quería, y lo más inverosímil de todo: “Yo nunca supe, ni sé lo que son las operaciones”.
Difícil de creer, cuando esa afirmación proviene de alguien que desde 1968 está al frente de ese programa. La fecha indicada aquí no es ociosa, puesto que dos dictaduras militares se sucedieron en nuestro país desde ese año: la que va desde 1966 hasta 1973, con los militares Onganía, Levingston y Lanusse comandando sucesivamente esos gobiernos de facto y la última, del ´76 al ´83.
La pregunta aquí sería: cómo alguien que supo mantenerse durante 50 años en la televisión argentina (con los vaivenes económicos y políticos de nuestro país), haciendo un programa donde los invitados además de artistas, deportistas, son militares, periodistas y políticos, no sepa qué son las operaciones para lanzar versiones, que luego discurren como verdades, hasta que otras vienen a taparlas o demostrarlas como mentiras.
Su insistencia acerca de que ella no quería y la “convencieron” de invitar a Natacha, arrojó la responsabilidad en su productor, elípticamente eso sí, su nieto Nacho Viale. Difícil de creer que alguien que se sabe que controla hasta el último detalle de su programa, que siempre chequea información de sus invitados, no supiera de qué iba a hablar Jaitt, cuando los días previos estuvo escribiendo en las redes sociales que el sábado en el programa de Legrand iba a contar todo lo que sabía acerca de muchos famosos relacionados con las denuncias de abuso sexual a los menores de los clubes.
También cuesta creerle, porque durante el programa fue el mismo Viale que tuiteó sobre “la bomba” que se venía cuando hablara esta mujer mediática. Tuits que ya no se encuentran en esa red.
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El objetivo parecía ser que éste sábado, la audiencia de la señora Mirtha pudiera observar que al fin de cuentas, ella es una inocente anciana, que sólo cayó en la trampa de la búsqueda de un punto más de rating.
Carrió y su interna con Lorenzetti y Garavano
Sentada a la mesa de los invitados estaba Lilita Carrió, que comienza por una defensa cerrada del Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand. La reivindicación del macrista jefe de los fiscales bonaerenses tenía como objetivo apuntar contra Garavano, como al pasar, pero para tirar contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Ricardo Lorenzetti.
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Esto no habrá puesto muy contentos a los habitantes de la casa de gobierno, cuando por estos días es el propio Macri que viene negociando una reforma judicial con Lorenzetti, con el objetivo más estratégico de presentar visos de previsibilidad y seriedad burguesa en una de las principales instituciones que sostienen al Estado capitalista, cuestión que se vuelve necesaria para intentar conseguir las tan anunciadas inversiones por parte de los grandes empresarios extranjeros.
Así arrrancó Carrió su intervención, luego de llamar “señora de la Nación” a Mirtha Legrand.
La diputada de Cambiemos advirtió, para seguir apuntando a Lorenzetti, que por ejemplo ahora la oficina que se encarga de las intervenciones telefónicas (que no son más que las escuchas que realizan los servicios), ya no está más en manos de la AFI, ex SIDE, sino que dependen de la Corte Suprema.
Lilita sería una muy buena jugadora de billar, o al menos podría enseñar la teoría del juego, porque con esa aparente simple información, realizó un tiro a dos bandas. Por un lado pone la responsabilidad de los audios que se filtraron –y que la prensa oficialista reprodujo hasta el cansancio- sobre las conversaciones telefónicas de Cristina Kirchner con Parrili, en la figura del presidente de la CSJ y por el otro deslinda de esa responsabilidad a Arribas, el actual director de la AFI.
Pero a esa altura, Mauricio Macri ya estaba sintiendo el fuego amigo, porque lo que Carrió no dijo, pero es sabido, es que quien tomó la decisión de trasladar las escuchas a la Corte Suprema, fue el mismo gobierno de Cambiemos.
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La “defensora moral de la República” defendiendo la casta política
Ante la pregunta de Mirtha acerca de si había canjeado pasaje no utilizados, lo que hacen de manera habitual diputados y senadores tanto de Cambiemos, el Frente Renovador, el PJ y el kichnerismo, la respuesta fue un mentiroso “no, jamás", recubierto por excusas de viajes en auto al interior del país, porque ella es “diputada de la Nación”.
Esto es algo que los diputados del PTS/FIT vienen denunciando sistemáticamente.
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La diputada de Cambiemos, defensora de esa casta que vive como millonarios, continuó su exposición, aclarando que ella podrá tener diferencias con Macri, pero defiende a este gobierno. Y eso es una gran verdad, porque más allá de su juego propio, Carrió lo que defiende son las políticas de ajuste hacia el pueblo trabajador, como los nuevos y no últimos aumentos de gas, naftas, transporte.
Todas políticas que viene aplicando su gobierno. Un gobierno de ricos para ricos. |