El Programa Auxiliares Escolares comenzó en 1999 como “alternativa para alcanzar una transición entre el desempleo y el trabajo”. Sin embargo, en estos 18 años las condiciones laborales de los y las auxiliares no han mejorado en nada. Hoy en día, quienes desempeñan tareas en este programa están recibiendo un miserable subsidio de $ 4.300 por cuatro horas de trabajo diarias. Al tratarse de un subsidio, no hay vacaciones, licencias por enfermedad o maternidad ni aportes jubilatorios. Si alguna auxiliar se ausenta de sus funciones por razones de fuerza mayor (enfermedad, accidente, fallecimiento de un familiar), pierde la “asignación solidaria” y es removida de su cargo por el legislador departamental o el puntero de Unión por Córdoba que la tiene bajo su órbita. En su lugar, éste designa a otra persona económica y socialmente tan vulnerable como la que fue cesanteada.
Esta situación se agrava en el marco del fuerte ajuste que viene implementando el gobierno nacional de Cambiemos, con el apoyo de los gobernadores. Ya vimos en diciembre a la diputada de Unión por Córdoba Alejandra Vigo, quien además es esposa de Scharetti, votar la contrarreforma previsional, un robo a jubilados y a los sectores más vulnerables de la sociedad. La misma que en la campaña pasada se la presento como una funcionaria sensible que lucha contra la violencia hacia la mujer y por la protección de sus derechos. Sin embargo, la denuncia de las auxiliares escolares da cuenta que ante un embarazo corren riesgo de perder el trabajo.
En Río Cuarto, cerca de 300 auxiliares escolares se mantienen en pie de lucha desde la semana pasada para reclamar contra sus condiciones laborales. El pasado martes se concentraron en la Plaza Central de la ciudad para visibilizar su reclamo y exigir el pago del salario adeudado del mes de febrero, y decidieron volver a movilizarse el viernes 6 al Centro Cívico de la ciudad, donde reside la casa de gobierno de la provincia. Allí hablaron con La Izquierda Diario y contaron cuáles son sus exigencias.
“Queremos que nos blanqueen, tener un sueldo digno, y que se nos reconozca como trabajadoras que somos, como cualquier trabajador que está en blanco”, comentó Sandra. Claudia agregó que pretenden “conseguir que se nos pase a planta permanente. Ahora hace desde el 10 de febrero que no hemos visto un solo peso. Ayer nos pagaron, porque tuvimos que salir a la plaza, hacer algo. Esto no va a quedar acá, por más que nos hayan pagado ayer, vamos a seguir hasta conseguir lo que nosotras necesitamos como personas, como mujeres trabajadoras que somos, vamos a seguir adelante en la lucha”. Otra trabajadora, Eva, se mostró contenta porque salir a las calles permitió visibilizar el conflicto y que otras trabajadoras y trabajadores se acercaran a dar su solidaridad. “Hoy nos sentimos acompañadas por las personas que se llegaron al Centro Cívico, y mientras más se sumen mejor es la lucha, porque la unión hace la fuerza”, dijo.
En la jornada frente al Frente Cívico se hicieron presentes representantes de ATE, gremio al cual están afiliadas algunas de las trabajadoras, estudiantes de la Universidad Nacional de Río Cuarto, representantes de cooperativas de trabajo y Guadalupe Fantín, dirigente del PTS en la ciudad.
Fantín, que se acercó junto a compañeras de Pan y Rosas a la protesta, brindó la solidaridad del PTS con la lucha de las trabajadoras y puso a disposición de esta la banca legislativa de Laura Vilches. “El gobierno de Córdoba violenta a las auxiliares escolares al mantenerlas en esta situación. El año pasado se llenó la boca hablando del pase a planta permanente de empleados estatales, pero a ellas las tiene directamente en negro, sin ningún tipo de derecho laboral. Nunca nadie nos regaló nada, por eso es importante la unidad en las luchas y seguir movilizándonos frente a este gobierno que reproduce la precarización laboral y la feminización de la pobreza ya que la gran mayoría de las trabajadoras son jefas de hogar. Desde el PTS y Pan y Rosas acompañaremos a las trabajadoras en todas las acciones que realicen en esta pelea”.
