Corría el año 1995, los trabajadores metalúrgicos de Tierra del Fuego enfrentaban los cierres y despidos en las fábricas radicadas en el lugar. Ese 12 de abril, en el marco de una movilización contra los despidos, el entonces gobernador José Estabillo ordenó una brutal represión contra los trabajadores. A las 16 horas cae asesinado el obrero Víctor Choque. Convirtiéndose en el primer muerto a manos de las fuerzas represivas en una manifestación, desde la caída de la dictadura en nuestro país.
Víctor Choque era salteño y había llegado a Ushuaia en 1991 para trabajar en la fábrica Continental Fueguina, y en el ‘95 pasó a integrar la lista de despedidos. El día que la bala del policía Polo lo alcanzó causándole la muerte, Víctor se encontraba en la cima de la escalera que une, por Laserre, las calles Gobernador Campos y Magallanes, a pocas cuadras de la Jefatura de Policía, donde una movilización exigía la libertad de los trabajadores que habían sido detenidos. En la brutal represión desatada, el policía Félix Polo asesinó de un disparo con bala de plomo a Choque. La conmoción en Tierra del Fuego fue enorme, y el nombre de Víctor Choque se transformó en bandera de lucha en todo el país. En un hecho histórico, la UOM convocó a un paro nacional en repudio al asesinato de este obrero metalúrgico despedido. Polo fue condenado a sólo 9 años de prisión, y se dictaron condenas menores para el sargento Primero Rafael López y el cabo Primero Carlos Flores. Estabillo nunca fue condenado por ordenar aquella represión.
Por una casualidad de la historia, exactamente dos años después, un nuevo asesinato en una protesta social enlutaría a la clase obrera argentina. Corría el año 1997 y los “fogoneros” de Cutral-Có cortaban la ruta exigiendo “trabajo para todos”. Era una respuesta contra las consecuencias que dejó la privatización de YPF en localidades petroleras como Cutral-Có y Plaza Huincul, separadas apenas por una calle. Conjuntamente, las trabajadoras y trabajadores de la educación llevaban adelante una histórica huelga en toda la provincia contra el quite del 20 % del salario por zona desfavorable, que confluía en los hechos contra la política del presidente Menem y el gobernador de Neuquén Felipe Sapag del MPN. Ese 12 de abril la Gendarmería reprime un corte de ruta, lo que deriva en una verdadera pueblada que hace retroceder a la Gendarmería. Cerca de las 10 de la mañana, la Policía provincial se suma a la represión, y nuevamente con un disparo de bala de plomo, como dos años entes en Ushuaia, cae herida la joven empleada doméstica, de apenas 24 años, Teresa Rodríguez, quien fallece horas más tarde en el Hospital de Cutral Có.
A 21 años de su asesinato merece una especial mención la tapa del diario Clarín del 13 de abril de ese año que rezaba "La crisis en Neuquén ya produjo una muerte", marcando el antecedente de lo que sería la fatídica tapa del 27 de junio del 2002 luego de los fusilamientos de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán en la represión de Puente Pueyrredón.
El asesinato de Teresa Rodríguez quedó impune. Durante un tiempo estuvo detenido el policía Hugo Alberto Rudolf, pero luego recuperó su libertad. Una segunda causa involucró a nueve policías, en la que se llegó al juicio oral. Fueron condenados sólo cuatro de ellos, a penas menores de dos años y medio, sin aplicación efectiva. Los condenados fueron Santiago Ceferino Antigual, Leonardo Magallanes, Daniel Humberto Vece y Daniel Videla.
Hoy rendimos nuestro homenaje a dos mártires de la clase obrera, que se transformaron en bandera de lucha de toda una generación que comenzaba a resistir los planes de ajuste del menemismo. |