Ambos ex fiscales - Carlos Gajardo y Pablo Norambuena - declararon como testigos del caso PENTA. Prestaron su testimonio al fiscal regional Oriente, Manuel Guerra, el mismo ante el cual renunciaron en enero, a raíz del desacuerdo de los ex fiscales respecto a la suspensión condicional del procedimiento que dio Guerra al senador UDI, Iván Moreira, por delitos tributarios en su campaña electoral.
Julián López, abogado de los ex controladores de PENTA, acusó que los ex fiscales tomaron bajo "engaño" los testimonios de sus clientes: “prestaron una declaración autoincriminatoria (…) cuando los fiscales (…) les informaron que habían llegado a un acuerdo con su defensa de un procedimiento abreviado. Posteriormente, la fiscalía incumplió este compromiso”
En la declaración realizada por orden del juez, Gajardo no alude al supuesto acuerdo que acusa Julián López, aludiendo que el abogado no hizo indicación “de que se agregara en el acta algo distinto a lo que finalmente quedó consignado”
El caso PENTA caló hondo dentro de la sociedad chilena, los abusos de los empresarios y sus políticos corruptos no pasaron inadvertidos, pues profundizó la crisis de legitimidad del régimen. Sin embargo, a años de su destape, muchos de los involucrados gozan de los privilegios que le otorgan las leyes para salir impunes.
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