Este año, por primera vez en 12 años, la conducción de Julio Piumato deberá competir contra una lista opositora. La lista en cuestión está compuesta por las comisiones internas de los fueros nacionales de trabajo, penal, civil, civil y comercial de la CABA, entre otras.
Desde su ruptura con el kirchnerismo en 2011, Piumato sumó varias derrotas en la Ciudad, a partir de la ruptura de sectores con la Lista Marrón y la formación de otro sindicato, el Sitraju, que comanda la diputada nacional de Unidad Ciudadana, Vanesa Silley.
Ahora y dentro del UEJN, la confluencia entre varios de estos desprendimientos que tuvo la conducción con sectores que se habían mantenido independientes de Piumato dio origen a la Lista Violeta, que hoy se presentará con el objetivo de competir con el Secretario General de la UEJN en la disputa por la conducción nacional del gremio.
El enfrentamiento con el Kirchnerismo llevó a Piumato desde 2011 a buscar alianzas con otros sectores patronales. Por eso mismo, en 2014 se hizo presente en la “Marcha del silencio” (Nisman) organizada por el ala de la justicia opositora al kirchnerismo y relacionada a sectores de la oposición patronal y la casta judicial, como la jueza Sandra Arroyo Salgado y el fiscal José Luis Campagnoli.
Con la asunción del Macrismo, Piumato se alineó con Moyano como uno de los actores sindicales que dieron el visto bueno para el triunfo de Macri en la elección. De ahí en más estableció una unidad bastante homogénea junto al juez de la corte suprema Ricardo Lorenzetti en los principales apoyos y críticas al gobierno. Entre los apoyos se encuentra el visto bueno al plan Justicia 2020 impulsado por el Ministro de Justicia Garavano. Entre las críticas, se posicionó contra el traspaso de la justicia nacional a la Ciudad de Buenos Aires, lo que permitió que durante el 2017 coloque en las calles al gremio para enfrentar una política por la cual además de afectar derechos conquistados de los trabajadores judiciales, contraía también otro tipo de problema para la UEJN, pasando muchos de sus afiliados a la justicia de la CABA donde actualmente dirige el SITRAJU.
Este año se volvió mucho más tensa la relación de Moyano con el secretario general de la UEJN, quien hasta hace poco era uno de sus “incondicionales”. Dos cosas son las que esencialmente generaron fricciones en esta alianza que viene desde el MTA, por un lado el acercamiento público de Pablo Moyano y la Corriente Federal, donde se encuentra alienado el SITRAJU de Vanesa Siley. Este gremio fue muy impulsado por la ex Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, con quien tanto Piumato como Lorenzetti mantienen una fuerte disputa proveniente de cuando el Kirchnerismo buscó avanzar sobre una reforma de la justicia y desplazar de algunos lugares estratégicos tanto a la corte suprema como al sindicato original (formando otro aparte con el objetivo de disputarle sectores de afiliados). Por otro lado, mientras camioneros se mantiene en “idas y vueltas” con el triunvirato de la CGT, Piumato se muestra como uno de los actores que le continúa dando respaldo a la formación de una nueva conducción mucho más alineada (aunque puede serlo en distintas graduaciones, 98, 99 o 100%) a la política oficial macrismo.
Es claro que más allá del resultado de la elección, con su política de “bloque” con Lorenzetti y el alineamiento con un nuevo intento de conducción de la CGT plenamente dialoguista frente al gobierno, el sindicato en manos de la burocracia sindical de Piumato está desarmado para enfrentar el traspaso y la política de ajuste del Macrismo. |
