Foto: RENNO
Los últimos meses los trabajadores están siendo testigos y víctimas de como en prácticamente todas las industrias manufactureras se viene realizando cortes de personal, violación a los derechos laborales y sindicales de los trabajadores, suspensiones y hasta cierre de empresas. Lo que empezó con los más de 900 despidos de ENATEX, realizados por el gobierno, ha continuado en pequeñas y grandes empresas. Sólo en los últimos dos meses hemos visto el cierre de ECOBOL con más de 500 despidos, los despidos anti-sindicales de Timberland, el estado de emergencia en que se encuentran otras empresas que fueron defendidas por los trabajadores como Polar o Punto Blanco, o más recientemente los más de 100 despidos de la sección de cadenas del más grande fabricante de cadenas de oro en Bolivia como EXBOL. Los trabajadores de INCERPAZ, no solo que vienen sosteniendo una dura pelea exigiendo el cumplimiento del convenio colectivo del 2015, sino que en la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de La Paz (FDTFLP) una docena de trabajadores ya van por los 10 días de huelga de hambre. Ellos apostaban al potenciamiento de su lucha luego de que conformaran la intersindical nacional de la empresa, sin embargo, la patronal ha empezado a debilitar esa unidad a través del sindicato de Oruro. Han concentrado toda la producción tanto para la distribución nacional como para la exportación en la planta de Oruro, mientras que el sindicato de este departamento colabora con esa política empresarial que debilita la lucha de los trabajadores.
Te puede interesar: Sindicatos fabriles de La Paz se movilizaron en defensa de las fuentes de empleo
Foto: FIDES
Imagen: trabajadores de la fábrica Bolivian Timberland
Incluso empresas que aparentemente gozarían de buena salud y estabilidad como la PIL o Coca Cola, están cada vez más importando y transformando las empresas en depósitos y distribuidoras, reduciendo al mínimo las labores de producción. A esta situación, desde el gobierno con la colaboración de los actuales y anteriores dirigentes sindicales, sembraron ilusiones en los trabajadores y trabajadoras de que la fuente de empleo estaría asegurada con el impulso desde el Estado a la creación de empresas sociales, las cuales adquirirían ese carácter luego de que los trabajadores se hicieran cargo de las mismas cuando los empresarios abandonen las mismas o las cierren. Sin embargo, esto en los 11 años de gobierno del MAS, ha sido solo palabras para evitar la lucha obrera. Los ejemplos son alarmantes: HILTRABOL que era el gran ejemplo del gobierno hace tiempo ya cerró operaciones, agobiada por las deudas empresariales que fueron transferidas sobre las espaldas de los trabajadores y la ausencia de recursos para capitalizar empresas que los “empresarios” condujeron a la ruina. Polar y Punto Blanco continúan en crisis sin encontrar soluciones de fondo y duraderas por parte del Gobierno. La tan mentada ley de empresas sociales que desde el MAS se venía anunciando años atrás está paralizada ya que el empresariado la considera una confiscación y el gobierno no tiene intenciones de afectar las ganancias de los capitalistas.
También puedes ver: Ante los despidos en fabriles debemos unir las luchas
La CGTFB [1] y la FDTFLP [2] deben empezar a preparar un plan de lucha nacional
Pese a esta situación que vienen atravesando miles de trabajadores fabriles no solo en el departamento de La Paz, sino en todo el país, los dirigentes sindicales, antes con Wilson Mamani y ahora con Mario Segundo, encabezados por el ejecutivo de la confederación, Víctor Quispe, han sido cómplices de estos ataques. Mientras los trabajadores hacían intentos de resistir esta ofensiva de los patrones y del gobierno, estos “dirigentes” se la pasaban jugando al futbol con Evo Morales y participando en cuanto viaje y celebración oficial hubiera. Durante todos estos años desmoralizaron a los trabajadores, al punto que en muchas fábricas se escucha decir que es preferible aceptar las indemnizaciones que ofrezca la patronal al riesgo de cobrar lo mismo luego de años de juicio como afirmaron por ejemplo los ya mencionados trabajadores de EXBOL o los trabajadores de Dillman en Santa Cruz que fueron despedidos el pasado 10 abril. Los dirigentes de la federación y de la confederación son especialistas en brindar apoyos “hasta las últimas consecuencias” que solo se traducen en algunos votos resolutivos sin efecto real en la lucha. Se encubren con un barniz combativo y hasta revolucionario para poder engañar a las y los trabajadores, como son las resoluciones de solidaridad con Siria que la FDTFLP emitió mientras dejan a sus bases a merced de los despidos y los ataques patronales.
Puedes ver: Trabajadores de Dillmann, regional Santa Cruz, se acogieron al “retiro voluntario porque el hambre no espera”
Ante esta situación, es necesario que las y los trabajadores empecemos a organizarnos desde abajo para exigirle a estos “dirigentes” la preparación y convocatoria a un gran paro nacional fabril, como primer paso para visibilizar la fuerza obrera, poner un límite a la ofensiva patronal y exigir al MAS la prohibición de despidos y que garantice la estabilidad laboral de cientos de miles de trabajadores. Para esto es urgente que empecemos a discutir sección por sección y empresa por empresa, cómo organizar la lucha entre todos y cómo impedir que los dirigentes de la federación y de la confederación puedan entregar el esfuerzo de las bases como hicieron en ENATEX o en Timberland. Es necesario tomar en nuestras propias manos la organización de la lucha y de este gran paro fabril nacional como primer paso para organizar la resistencia y poder así, defender nuestras fuentes de empleo, el salario y los derechos políticos y sindicales hoy vulnerados por la patronal con el visto bueno del ministerio de trabajo.
Notas
[1] Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia
[2] Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de La Paz |