“Antes de fin de año terminaré de vender las (acciones) que restan, incluyendo las de Farmacity”, dijo Mario Quintana en una entrevista radial a Cadena 3 luego de que se hiciera público que la Procuración General de la Nación le permitiera a Farmacity, fundada por Quintana, operar en territorio bonaerense, violando así la Ley de Farmacias. Según esta legislación, en la provincia de Buenos Aires, las farmacias cumplen un rol de servicio público y sólo pueden estar en manos de empresas unipersonales sin fines de lucro y mutuales.
A Quintana habría que avisarle que sus declaraciones, además de que deberían hacerse efectivas, llegan tarde. Más de dos años de retraso, para ser exactos, y se concretarían con tres años de retraso, si es que se concretan, si tomamos en cuenta que es vicejefe de Gabinete desde la asunción de Cambiemos, en diciembre de 2017.
Ni bien asumió como funcionario hizo una campaña demagógica y cínica -algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el PRO- diciendo que renunciaba a su cargo como presidente de Farmacity para ejercer la función pública y evitar así un conflicto de intereses. Por supuesto, que sólo renunció al cargo, ya que sigue siendo accionista. Y hoy recién le comunica a la población que a fin de año vendería sus acciones.
¿Quién es Mario Quintana?
Quintana es uno más de la larga lista de funcionarios cuestionados del gabinete nacional. Pero además es uno de los que integra la lista de funcionarios que “atienden de los dos lados del mostrador” para decirlo de manera clara y sencilla, cuyo exponente máximo es Juan José Aranguren, que era presidente de Shell Argentina cuando comenzaron los tarifazos. Empresarios que se convierten en políticos y ejercen cargos públicos que son incompatibles con sus actividades empresarias. Es además uno de los funcionarios más importantes y con más llegada al círculo íntimo de Macri.
Es dueño de una de fortuna calculada en unos 65 millones de pesos. Según su declaración jurada es propietario de 8 inmuebles, 3 autos y acciones en más de 20 empresas. Entre ellas: Banco Santander, Petrobras Argentina, Siderar, Tenaris, Grupo Galicia, Transportadora de Gas del Sur, Banco Macro, Pampa Energía (dueña de Edenor), YPF, Gupo Clarin, el fondo de inversión Pegasus y Farmacity.
Por su participación en muchas de estas empresas, además de la “ayudita” que recibió con Farmacity, fue altamente beneficiado. Apenas tres días después que asumió Cambiemos estuvo presente en una reunión en la que se fijó el valor de referencia del “dólar futuro”. Sería un detalle menor, sino fuera porque entre Farmacity y Pegasus compraron casi 11,5 millones de dólares “a futuro” antes de que él sea funcionario.
Pero no es esta la única decisión que tomó en beneficio propio. Fue uno de los funcionarios que aconsejo al presidente Macri impulsar la política de los tarifazos de manera drástica y sin gradualismo. ¿Tendrá algo que ver que él es parte de la mayor compañía eléctrica que es Pampa Energía?
El aval que le brindó la Procuración General de la Nación, a cargo interinamente de Eduardo Casal, tiene un antecedente. En el 2011, cuando Mauricio Macri era el jefe de gobierno porteño, hizo lobby para que este vetara una ley de la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que establecía la venta exclusiva de remedios por mostrador y a cargo de un farmacéutico porque perjudicaba la actividad de Farmacity.
El año pasado fue imputado por el fiscal federal Jorge Di Lello por supuestos negociados que mantendría con la empresa aérea Flybondi, propiedad de su socio Richard Guy Gluzman.
Quintana es uno de los funcionarios con más peso político, pero también es uno de los que más ha ganado con las políticas económicas del Gobierno nacional que no hacen más que seguir beneficiando a sectores empresarios, como los licenciatarios de las privatizaciones, a costa de perjudicar a los trabajadores y el pueblo. |