Foto: portada de cuenta de Facebook de Orlando Cruz. Dice: "Orlando Cruz, orgulloso boxeador gay", en juego de palabras entre "Pro" (profesional) y orgullo.
Las Vegas: un boxeador, periodistas, fotógrafos y muchas luces. Si se analizan estos elementos sin su contexto podrían ser los componentes de una escena de alguna película que muestra una conferencia de prensa de un pugilista o la victoria más importante de su carrera. Sin embargo, en el mundo real, esta es la historia del primer boxeador que se declaró abiertamente homosexual.
Dos semanas antes de una pelea importante pelea por el título, el portorriqueño Orlando Cruz se convirtió en el primer púgil que se declaraba abiertamente gay. “Me quité un peso de encima”, declaró. Lo extraño es que Orlando no podía perder más peso, pues se preparaba para la pelea por el título del peso pluma, pero él insistía: “Ahora me siento libre para centrarme en el boxeo. Ya no combato más contra dos rivales, y es un gran alivio”, afirmó.
El 12 de octubre de 2012 Orlando cayó a la lona; pero no derrotado. Un mexicano, con el mismo nombre del protagonista de esta historia, pero de apellido Salido, lo derrotó por knock out técnico en el séptimo round. Y aunque había perdido la posibilidad de quedar en la historia como el primer boxeador homosexual dueño de un título mundial, se sentía tranquilo y feliz al plantarse en un ring para luchar por la igualdad.
Aunque el mexicano obtuvo el titulo mundial, son pocos los que se acuerdan de él, ya que el portorriqueño quedo en la memoria de los seguidores del deporte al derrotar al rival más duro de toda su carrera y el mas antideportivo que podía haber: la homofobia fomentada por los medios de comunicación, con el morbo de ver a un deportista homosexual involucrado en uno de los deportes más rudos del mundo, que sólo el machismo del patriarcado puede ofrecer.
Orlando Cruz muestra sus calzoncillos "arcoiris" durante combate por el título del peso pluma.
En su momento, el entrenador de Cruz, Juan Antonio de León, señaló que su pupilo se convertiría en el boxeador más famoso de todos los tiempos y para explicarlo se remitió a cuestiones sociológicas. “Cuando Orlando gane el título se va a convertir en el más famoso del mundo. Está uniendo a la prensa del boxeo, a otros géneros y a la gente que no le gusta el boxeo”, expuso.
Aprovechó la expectativa que se creó en torno al enfrentamiento para homenajear a Emile Griffith, el púgil estadounidense -fallecido a los 75 años- y que también declaró su homosexualidad, aunque lo hizo en 2008, años después de retirarse, en el libro Nine…Ten… And Out! The Two Worlds of Emile Griffith. “Sigo preguntándome lo extraño que es todo esto. Mato a un hombre y la mayoría lo entiende y me perdona. Sin embargo, amo a un hombre y esa misma gente lo considera un pecado imperdonable. Aunque nunca fui a la cárcel, he estado en prisión casi toda mi vida”, dijo Griffith al periodista Ron Ross, el autor de la biografía.
Motivado por el ejemplo de Griffith, Orlando Cruz -aún en el ejercicio de su profesión- confesó el amor por un hombre. En su cuenta de Facebook colgó un vídeo pidiéndole matrimonio a su pareja. | 
