Luis Miguel Etchevehere fue presidente de la Sociedad Rural Argentina hasta hace poco tiempo. Luego ingresó al Estado nacional como flamante ministro de Agroindustria, la cartera que se convirtió en el lugar de lobby de las grandes patronales del campo.
Su partida de la entidad patronal estuvo marcada por un pequeño escándalo por valor de medio millón de pesos. Antes de retirarse, el hombre le pidió a su pares con lo que había hecho millones en ganancias una suerte de “bonificación por los servicios prestados”. En la entidad patronal hubo ruidos y alguna que otra queja, pero decidieron poner la plata.
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Sn embargo, cuando se conoció el hecho el funcionario nacional tuvo que devolver el dinero. Así y todo, desde el mismo ministro hasta el jefe de Gabinete Marcos Peña salieron a justificarlo.
Los cuestionamientos al nuevo ministro vinieron también del entorno familiar. Fue su propia hermana la que lo acusó de diversas maniobras y estafas. Las críticas, que se hicieron públicas antes de su asunción no disuadieron al Poder Ejecutivo de nombrarlo.
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Despedidor serial
Este sábado Etchevehere volvió a los medios para defender el despidos de 330 trabajadores en el ministerio en el que asumió hace pocos meses. Los mismos se hicieron efectivos en el marco de un asueto de una semana, anunciado por la cúpula del ministerio.
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Como ocurre con el conjunto de las medidas de ajuste que lleva adelante la CEOcracia gobernante, el “justificativo” estuvo dado por lo que había realizado el gobernó anterior.
"En el 2008 el Ministerio tenía 606 empleados y cuando se fue el kirchnerismo lo dejaron con 4.200 empleados”, afirmó en una entrevista en Radio Continental.
Luego agregó que actuaba “cumpliendo la ley” ya que “el Congreso votó una reducción del 10,5% nominal del presupuesto para el Ministerio de Agroindustria (...) nos tenemos que adaptar a lo que dice el Congreso".
Cabe recordar que el Presupuesto que el ministro menciona como argumento fue avalado por los votos de gran parte del peronismo, entre ellos los integrantes del Frente Renovador y del actual Bloque Justicialista. En ese entonces, desde la izquierda se había denunciado que se trataba de un “presupuesto de ajuste”.
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Como ocurre habitualmente con los funcionarios nacionales, otra vez la información brindada es falsa. De esta forma se justifican los despidos que se ejercen en la órbita estatal.
Desde la Junta Interna del ministerio, los trabajadores salieron a desmentir la información. Así, en un comunicado que difundieron señalaron, entre otras cosas, que en 2008 el actual ministerio era una secretaria.
“El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se creó en 2010 e incorporó, por ejemplo, a todo el personal de la ex Oficina de Control Comercial Agropecuario, que pasó a depender de la nueva estructura”, agregan ilustrando el desconocimiento del ministro.
Además, señalaron que “ese número, 606, oculta le hecho de que cientos de trabajadores y trabajadoras se encontraban, en ese entonces, tercerizados, con contratos ultra precarios”.
Actualmente, señalan también, “la planta permanente del Ministerio de Agroindustria no llega al 15 por ciento de su personal. La gran mayoría de los trabajadores y las trabajadoras están bajo un régimen especial de contrario precario en distintas modalidades”.
La denuncia que realizan los trabajadores también sirve para evidenciar la extendida precariedad laboral que el kirchnerismo dejó como “herencia”. Una situación que el macrismo ha aprovechado en todo el Estado nacional para avanzar en miles de despidos. | 
