El Ente Autárquico Permanente, organismo del Estado provincial que regula y regimenta la Fiesta Nacional de los Estudiantes, dió a conocer el nuevo reglamento para la participación en la elección de la reina de los estudiantes que se realiza cada año en el marco de estos festejos.
A esta práctica que reproduce la cosificación de las mujeres, a través de una competencia donde se elige, según cánones hegemónicos, a la joven “más bella”, el nuevo reglamento hace explícito en su artículo 2° un requisito que cercena la posibilidad de participación a las mujeres trans. Un requisito claramente transfóbico que refuerza el caracter retrógrado de esta competencia.
Junto con las no “nacidas mujer”, quedan excluidas de participar en la elección aquellas jóvenes que adeuden materias previas o que tengan materias reprobadas en curso.
El mandato medieval de la iglesia que mantiene vigente la estigmatización y discriminación a las personas LGTBI, se hace presente una vez más, con el apoyo del gobierno cambiemita de Gerardo Morales y sus funcionarios del Ente Autárquico Permanente que aplican medidas totalmente arbitrarias y discriminatorias, como dejar fuera de la fiesta nacional de los estudiantes a todas las pibas trans, a pesar de estar vigente en la Argentina la Ley de Identidad de Género.
Esta medida impulsada por funcionarios del Gobierno, deja al descubierto el cinismo del oficialismo que pretende darse un barniz progresista con medidas demagógicas hacia las personas LGTBI, como con el censo realizado recientemente.
Las elecciones reina muestran cada día más la desigualdad que generan entre las jóvenes, ya que la única finalidad de las mismas es juzgar y reproducir los cánones de belleza, que dejan por fuera a las mayorías.
La “cara” que “representa” a la Provincia, choca con la realidad de sus habitantes por el vértice; poniendo así su granito de arena en la estigmatización de los pueblos originarios y la negación de su propia identidad, en pos de dar una imagen a gusto de la oligarquía terrateniente y los grandes grupos empresarios que dominan Jujuy.
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La fiesta que nació en el año 1918 con los estudiantes organizando el "Vejigazo", que consistía en veladas con un fuerte contenido político, donde los estudiantes realizaban intervenciones para satirizar por medio de sketchs humorísticos de gran creatividad a los personajes políticos de la época. Jefes de policía, diputados, ministros, gobernadores, y hasta empresarios como el dueño del Ingenio Ledesma, o el mismísimo presidente Hipólito Yrigoyen, eran parodiados por los estudiantes, y ovacionados por las audiencias que no podían contener sus vejigas de la risa.
En 1947, finalmente fueron sancionados y prohibidos por las autoridades por razones de "moralidad y buenas costumbres". De allí en más, esta tradición fue reemplazada por las "elecciones de reinas" y los desfiles de carrozas, vaciando de contenidos la fiesta y convirtiéndola en una manera más de regimentar la juventud, imponiendo una forma de comportarse y también delimitando a la diversión. Mientras gobierno y empresarios usufructúan la fiesta como un redituable negocio en base a el trabajo de los estudiantes y dando a cambio solo un sándwich de milanesa.
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Pero algo está cambiando en Jujuy, y no casualmente las y los más jóvenes vienen siendo protagonistas de la lucha por el aborto legal ya, por el derecho a la educación sexual integral que sigue siendo negada en los colegios y escuelas, por la separación de la Iglesia del Estado. Se trata de una nueva generación que empieza a rebelarse contra los mandatos patriarcales y oscurantistas de la Jujuy feudal, que se extiende y multiplica por los colegios, públicos y privados, y que tiene el desafío de recuperar las mejores tradiciones de la juventud, y poner en pie centros de estudiantes independientes de las autoridades que son correa de transmisión de los mandatos de la Iglesia en las instituciones, independientes también de los partidos tradicionales, para pelear y arrancar todos sus derechos. |