En Abril, la calle sale al paso y la derecha pierde el punto
El primer mes de gobierno, el piñerismo salió a la ofensiva imponiendo su agenda, paralizó a la oposición entre acuerdos nacionales y mesas prelegislativas, a la vez que buscó pasar ataques por decretos como la “consagración del lucro” por fallo del TC, la ampliación de la objeción de conciencia contra el derecho al aborto, la modernización del aparato represivo y la ley antiterrorista, o la vuelta de tuercas al caso Dominga y la tensión del gobierno para aprobar el proyecto.
Es la estrategia de la Derecha para llevar adelante la cruzada por el crecimiento, rayando la cancha a favor de los empresarios y pretendiendo controlar el debate por arriba, pero aún no está preparada para dar los grandes golpes (aún prepara su reforma laboral y previsional). Sabe que necesita preparar el terreno, pues el fantasma de las movilizaciones le puede volver a patear el tablero.
Pero si el objetivo declarado era imponer un clima favorable a la derecha, abril mostró el tope, pues las enormes marchas del movimiento estudiantil que movilizó más de 100.000 personas tan solo en Santiago, sumado al llamado de NO +AFP que convocó a su primera marcha familiar de trabajadores el 22/4 le puso límites a la ambición de la Derecha.
5 nuevos proyectos de Ley, 35 nuevas urgencias, parlamentarizar el debate y sacarlo de la calle
No solo la demostración de fuerzas de “las calles” hizo ver la debilidad del gobierno de la Derecha. Piñera perdió el turno en abril, y su tablero quedó impugnado, teniendo que bajar la designación de su hermano para el cargo de Embajador en Argentina, su ministro de educación tuvo que salir a pedir perdón por sus propios dichos y Santelices, el empresario pro vida a la cabeza del ministerio de salud, salió interpelado. Evidenciando no solo cierta perdida de sintonía con la población como es en educación, sino también los propios límites a la hora de gobernar.
La nueva partida legislativa que apuesta el gobierno con los 5 nuevos proyectos de Ley y las 35 urgencias a tramites en curso, expresan el intento por buscar retomar la iniciativa y mantener su estrategia actual de parlamentarizar el debate, tratando de dejarlo en las alturas y buscar sacar la política de “las calles”.
Los diversos proyectos mantienen el mismo cariz anterior de buscar combinar su programa tradicional con demandas del denominado “espectro progresista”, tratando de transformar su propia debilidad de no tener mayoría parlamentaria, en una fortaleza relativa, manteniendo su política de dividir a la oposición.
Leyes para entregarle más facultades a Carabineros (proyecto STOP), determinar conductas terroristas, protección a fiscales (que adquieren urgencia de ley), o el proyecto carcelario que crea el “Servicio Nacional de reinserción Juvenil” a cargo del Ministerio del Interior, son combinadas con guiños a la misma oposición, que terminan incluso excediendo los propios límites conservadores del campo de la Derecha, como el proyecto de ley para “aumentar el plazo de prescripción para delitos sexuales”, darle urgencia a la gratuidad al sexto decil para instituciones con fines de lucro, IP y CFT, leyes de identidad de género, violencia en el pololeo.
En Mayo, Piñera respira y pretende ganar tiempo con su Reformismo neoliberal
A la vez que estrategia para esconder su debilidad a la hora de gobernar, este reformismo pro empresarial, es el intento por reeditar el consenso neoliberal, siguiendo el ejemplo de la derecha internacional que sobre la crisis de legitimidad de la política y el despertar de la calle, busca una suerte de vuelta de tuerca para “imponer la paz social”, la inversión privada y la penetración imperialista en los países. Piñera replica desde la agenda de austeridad Europea, a los decretazos y reformas antipopulares de la derecha regional, con Macri en Argentina y Temer en Brasil.
En Mayo el gobierno se oxigena y busca reponer su agenda. Trata de recomponerse. A pesar de la primera pulseada con la calle, el gobierno aprovecha la estrategia de la “movilización por hitos” de las direcciones, y busca ganar tiempo. El 09 de mayo es el turno de los secundarios con el llamado nacional a movilizarse por un nuevo “Pinguinazo”.
Pero para enfrentar a la Derecha y ponerle fin a su agenda de austeridad, represión y decretazos, es necesario superar la movilización fragmentada por hitos en la que descansan los políticos del Frente Amplio y el PC, que buscan controlar y dosificar la protesta y así desviar sus luchas, para subordinarlas a los tiempos de la “oposición”.
Para conquistar nuestras demandas y patearle el tablero a Piñera, es necesario desarrollar una gran fuerza social de los trabajadores que en alianza con los estudiantes, mujeres y pobladores, se replantee la necesidad organizar un plan de lucha nacional y movilizaciones ascendentes, porque es en la calle, en los centros de estudio y lugares de trabajo donde se puede parar al gobierno de los empresarios afectando sus ganancias, terminando con los despidos y persecuciones anti sindicales, para defender nuestros intereses y conquistar nuestros derechos.
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