En el año 1989, bajo la dictadura de Augusto Pinochet se declaró la penalización total del aborto. Desde entonces miles de mujeres han levantado banderas luchando por conquistar nuevamente el derecho arrebatado. Hace más de tres años que comenzó a tramitarse en el congreso la ley de aborto en tres causales, siendo aprobada en Agosto del año 2017 por fallo del TC, luego de que 11 senadores de Chile Vamos intentaran por medio de un requerimiento, declarar la ley inconstitucional.
Sin embargo, la ex Nueva Mayoría luego de cooptar las demandas de las mujeres, por un aborto libre, legal, seguro y gratuito, expresadas en las calles durante décadas, terminó por presentar un proyecto débil y con flancos abiertos. De esta forma, el gobierno entrante de Sebastián Piñera presentó el protocolo de objeción de conciencia institucional, el cual fue rechazado hace algunos días por un dictamen de contraloría declarando ilegal la iniciativa gubernamental.
Aun así el gobierno de derecha continúa buscando las medidas para restringir aún más la ley de aborto en tres causales, siendo las mujeres trabajadoras que pertenecen a Isapre quienes se ven más afectadas por esta situación. Del total de cotizantes del sistema de Isapres el 45,8% son mujeres [1], las que se encontrarían en medio de un saqueo por parte del sistema de salud privado, el que cobra grandes sumas de dinero sin tener asegurada la atención.
Las clínicas que hasta ahora se habían declarado objetoras de conciencia se amparan en sus principios éticos y morales como institución, sin embargo nadie entra gratis en ellas, a todo quien ingrese se le cobran grandes sumas de dinero por resguardar su vida, la conciencia parece no existir en esos casos. Y es que sin duda nada de esta controversial implementación toca para las mujeres que poseen medios económicos suficientes, ya que ninguno de sus derechos se ven amenazados.
La moral conservadora de grupos derechistas y religiosos pone en peligro la vida de cientos de mujeres, y arriesga la salud de aquellas que se efectúan aborto por otras causas, debido a que la mayoría de las mujeres que se realizan abortos quedan en la completa clandestinidad.
Hoy miles de mujeres se levantan y organizan una vez más. Durante el transcurso de la semana decenas de universidades se han movilizado en tomas y paros luchando contra el acoso y la educación sexista. Es central que el movimiento estudiantil en su conjunto tome las demandas del movimiento de mujeres, levantando una gran campaña por el derecho al aborto a nivel nacional, para conquistarlo y enfrentar los ataques de la derecha. |