Este sábado el diputado del Frente Amplio Diego Ibañez, de Movimiento Autonomista (MA), anunció que procederán a concretar la tan debatida acusación constitucional contra Emilio Santelices, actual ministro de salud. A su vez, manifestó que buscará, apoyo en otros sectores de la oposición.
Además, señaló que el emergente conglomerado no participará de las comisiones de salud del gobierno de la derecha por no considerarlo un interlocutor válido.
¿Válido para quién?
En ese sentido, cabe cuestionar ¿para quién podría ser válido como interlocutor un ministro de un gobierno de derecha? Pues al mundo empresarial y conservador. El mismo que representa al sector que tiene intereses muy lucrativos en los servicios de salud y educación privada. Además, ¿qué validez tiene una acusación que apela a una constitución heredada de la dictadura?
Contradictoriamente, a la vez que el Frente Amplio no le quita validez a la instancia de las comisiones de gobierno, por otra parte, ocupan sus tribunas parlamentarias y el espacio en la prensa para debatir sobre buscar alianza con la Nueva Mayoría para acusar constitucionalmente al mismo sector que, metralla en mano, hizo la Constitución.
Aliados que no pudieron implementar su propio programa de género, porque la derecha, las iglesias y los empresarios de la salud se oponen a garantizar el restringido aborto en tres causales, que sólo fue posible por las movilizaciones.
No obstante, la derecha tampoco está en condiciones de implementar su programa sin generar mayores tensiones. La misma semana en que asumió el gobierno el movimiento de mujeres, este 8 de marzo, convocó a una masiva movilización que llamaba “¡A la calle contra la precarización de la vida!”. Y se sigue expresando a nivel nacional en decenas de tomas de establecimientos en el movimiento estudiantil para exigir demandas de igualdad de género y en masivas movilizaciones convocadas por el movimiento de mujeres contra la violencia o al interior de la coordinación de No+AFP. Aquí, el Frente Amplio viene tomando vocerías de importantes centros de estudiantes y coordinaciones de organizaciones feministas.
No basta con la chispa
La derecha intenta hacer retroceder el derecho al aborto en 3 casusales, mientras el mundo conservador sigue avalando la violencia sexual que crece junto a la desigualdad social y económica, de las cuales también es responsable la Nueva Mayoría con el sistema de concesiones.
La Nueva Mayoría ya demostró su incapacidad para resolver este problema de forma estructural, porque nunca tocarán las suculentas ganancias que obtiene la clase empresarial del trabajo doméstico, reproductivo y asalariado de las mujeres. Por ejemplo, la DC tiene importantes intereses creados en el mercado de la educación y de la salud, ambos sectores feminizados y precarizados.
Desarrollar ese ánimo de miles de mujeres que se movilizan para enfrentar la violencia y desigualdad de género, para quienes el movimiento estudiantil ha sido chispa para el desarrollo del feminismo y como caja de resonancia de este grito de hastío, no ha sido la estrategia de los parlamentarios del Frente Amplio, quienes no salieron a incendiar este viejo orden, sino que apelarán a su constitución. En vez de volcar sus 21 tribunas a encender la conciencia de la clase trabajadora de que es la clase capaz de dar respuestas estructurales, ni tampoco las usa para promover su autoorganización y lucha.
¿Y cómo se podría conseguir el derecho al aborto?
En Argentina, diputados obreros y socialistas ven en la lucha de las mujeres, la del pueblo Mapuche, del movimiento estudiantil y de mujeres, la alianza necesaria para conquistar el derecho al aborto y enfrentar los ajustes que viene impulsando el gobierno de derecha.
La agrupación Pan y Rosas, tanto en Chile como en el país trasandino vienen actuando dentro del movimiento de mujeres jugando un rol en el desarrollo de esta demanda, proponiendo una estrategia de unidad de explotados y oprimidas sin ninguna confianza en el Estado para conquistar el derecho al aborto libre y legal de manera urgente.
La pelea es por la educación para decidir y por aborto libre y legal
En los márgenes de este régimen político,las trabajadoras que este sábado se reunieron para debatir sobre un programa para resolver el problema de desigualdad de género en las pensiones no tienen derecho a legislar ni a tener representación por ser dirigentes sindicales, mientras los empresarios han conquistado la representación casi exclusiva y pueden decidir sobre los cuerpos de millones de mujeres trabajadoras y pobres.
Es necesario que los parlamentarios usen sus tribunas para promover las asambleas triestamentales en las universidades y colegios, para que trabajadores y estudiantes en general y mujeres en particular pongan sus demandas y sus herramientas para promover una educación no sexista. Que llamen a los trabajadores de la salud a organizarse para garantizar el derecho al aborto seguro, libre y legal en los hospitales.
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La educación no sexista y el aborto libre deben ser derechos, por lo tanto, deben ser financiados por el Estado, pero con control de las comunidades educativas y de salud, porque son quienes afrontan día a día la realidad de los abortos clandestinos y la violencia sexual. |