El dólar sube, junto con la inflación que ataca los salarios y el brutal tarifazo que vivimos todos los días cada vez que viajamos a cursar o llegan las cuentas a nuestras casas. Como “salida” a esta crisis el Gobierno plantea la vuelta al FMI y endeudarnos cada vez más.
El FMI es sinónimo de los peores ataques sobre la clase obrera y el pueblo pobre. Desde la dictadura, que transformó en deuda pública la contraída por empresarios como el propio Franco Macri, con nuestra plata pagaron $546 mil millones de dólares, de los cuales $200 mil los pagó el Kirchnerismo y $104 mil Macri. Aun se deben $320 mil millones más, demostrando que es una deuda eterna, y pagamos intereses de los intereses. Pero no sólo de pagar se trata. Estos organismos de crédito intentarán imponer, como ya hemos visto en los saqueos anteriores, una sumisión directa sus condiciones, centralmente achicar el gasto público: recortes en educación, salud, suba de la edad jubilatoria y mayor flexibilización laboral. Para nosotros no es una opción volver a pagar y pagar una deuda ilegitima, fraudulenta e ilegal como hizo el kirchnerismo, esta vez, queremos salidas que beneficien a los trabajadores
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Pensemos que esos millones y millones de dólares se podrían haber invertido en educación: edificios nuevos, becas, apertura de cargos, materiales escolares, oferta de turnos, comedores, jardines maternales etc. Para los estudiantes que nos organizamos en la Juventud del PTS y No Pasarán, no pagar la deuda y romper con el FMI es una necesidad urgente, no nos resignamos a entregarles nuestro futuro. Esta crisis ya afecta nuestras vidas y nuestras posibilidades de seguir estudiando y nos lleva a pensar también en manos de quién deberían estar servicios como luz, gas, agua, transporte, que desde el menemismo pertenecen a empresas privadas que “se la llevaron en pala” por la vía de los subsidios que pagaba el Kirchnerismo y que hoy Macri plantea descargar directamente a las tarifas. Desde el Frente de Izquierda votamos en el Congreso que se retrotraiga el tarifazo, pero nuestra propuesta para terminar con el negocio a costa de nuestras necesidades es nacionalización en manos de sus trabajadores, usuarios y técnicos.
¡Defendamos la educación pública!
El proyecto educativo que tenemos hoy es el legado por el kirchnerismo, presentado como rupturista con el neoliberalismo menemista. Sin embargo, preparó las condiciones para que hoy el Macri pueda avanzar sobre un mayor ajuste. Planteaban la inclusión, la calidad y la igualdad, pero con la LEN, no modificaron la descentralización del presupuesto educativo de los años `90, lo que hizo que se mantenga el papel de la Iglesia y la familia en la educación y mantuvo millonarios subsidios a los privados, sosteniendo en los hechos el esquema de escuelas para ricos y para pobres. La descentralización fue directamente impuesta por el FMI y los organismos internacionales.
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El imperialismo tiene un proyecto claro para la educación
El Banco Mundial propone una serie de reformas, como la que quieren imponer con la UNICABA, basándose en definiciones como que “La baja calidad promedio de los profesores es la principal limitación que impide el avance educativo en la región”. Es decir, que la culpa la tienen los docentes, por su “mala formación”, ya que existiría “un considerable exceso de graduados docentes con un nivel académico generalmente bajo”. Además, atacan directamente la organización sindical como una traba para llevar adelante sus planes. Es por eso que en el marco de un conflicto docente que aún no se cierra, y con recorte y paritarias a la baja seguimos exigiendo a las centrales sindicales que llamen al paro nacional con un plan de lucha desde las escuelas y la comunidad educativa.
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Nosotros, queremos un sistema educativo nacional único, cien por cien público, gratuito, laico y de calidad, íntegramente al servicio de los intereses de los trabajadores y los sectores populares. Peleamos por imponer el 10% del PBI para educación sobre la base del no pago a la deuda externa, impuestos progresivos a las grandes fortunas, y el quite de subsidios de la educación privada.
Ellas o nosotras
En este contexto, las condiciones de las mujeres sabemos que serán mucho más desfavorables. A tres años del “ni una menos”, las mujeres en las calles lograron instalar el debate sobre la violencia machista, sobre las condiciones laborales, y el tan postergado derecho al Aborto legal que se está tratando en el Congreso Nacional. Pero la violencia, también es económica. Sabemos que la injerencia del FMI y el ajuste del gobierno, impactará directamente sobre nuestras vidas y sobre todo, la de nuestras estudiantes, aumentando la deserción escolar, el trabajo infantil, y la posibilidad de decidir sobre sus vidas; esto, agravado porque a más de 10 años de aprobadas la ley de Educación Sexual Integral, su implementación es insuficiente por la injerencia de la Iglesia. Las mujeres trabajadoras, las estudiantes, no tienen en común con Christine Lagarde, y otras mujeres que están en el 1% más rico de la población. Ellas jamás nos regalaron nada. Que la organización para arrancarles nuestros derechos surja desde cada lugar de trabajo y estudio, como lo están haciendo las trabajadoras del Hospital Posadas, o de CI5, porque ahí está nuestra fuerza.
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El Gobierno está gestando un nuevo saqueo con la complicidad del peronismo, pero ¿qué pasaría si la fuerza de los estudiantes, se uniera a la fuerza de los docentes que hoy toman las calles y los trabajadores que pelean por sus puestos de trabajos, junto al pueblo empobrecido? Los jóvenes que somos parte del PTS en el Frente de Izquierda tenemos una salida alternativa a la que tiene la “oposición” peronista que le vota las leyes a Macri y acuerda con el FMI. Queremos construir una fuerza social propia, que se organice en cada lugar de estudio y trabajo para frenar los planes de hambre que nos quieren imponer. Decimos al no FMI y no al pago a la deuda. |