Fotografía: EFE
La PGR declaró el día 1 de febrero del 2015 que los resultados de las investigaciones del estado mexicano son una “verdad histórica”.
Para la versión oficial, disponible en la página del gobierno, los 43 estudiantes detenidos desaparecidos fueron asesinados entre el 26 y 27 de septiembre en el basurero de Cocula y sus restos fueron echados al río. En esta versión oficial las decisiones del asesinato de los 43 estudiantes fueron tomadas por el presidente municipal de Iguala José Luis Abarca y su esposa. El móvil del asesinato, en la versión del gobierno, fue por la interrelación con el crimen organizado con el gobierno municipal y fue un crimen aislado.
El gobierno federal y la PGR quieren dar así un carpetazo en caso Ayotzinapa. La premura de cerrar el caso se hace visible luego de las declaraciones de Murillo Karam, dirección de la PGR, en el que se declara que esa es la “verdad histórica”.
Hay indicios de que #FueElEjécito
Aseguran los familiares de los 43 desaparecidos que el gobierno ha mentido en su versión. En conferencia de prensa el día 25 de enero, unos días antes de que la PGR hiciera pública su “verdad histórica”, uno de los padres de los 43 estudiantes declararon que el ejército había amenazado en días anteriores a los normalistas de Ayotzinapa cuando ellos se encontraban realizando acciones políticas en la crucero de Huitzuco.
Los familiares también denunciaron que las instalaciones del ejército cercanas a Iguala sabían de los movimientos de fuerzas municipales. Han intentado entrar a los cuarteles y han sido reprimidos.
Investigadores de la UNAM han publicado trabajos científicos en el que se comprueba la imposibilidad de cremar y calcinar 43 cuerpos en el basurero de Cocula. Según los investigadores la versión oficial es un montaje pues “debieron aparecer restos de alambre de acero, pérdida de vegetación, huellas de que algunos cadáveres pudieron ser arrastrados o sangraron, piedras rotas producto de las altas temperaturas y un terreno prácticamente calcinado.”
Investigaciones de Berkeley también desmienten las versiones oficiales de la PGR. Según Anabel Hernandez, en base a documentos del ejército mexicano y de la propia PGR, el operativo del 26 y 27 de septiembre en Iguala Guerrero fue decidido desde el gobierno federal con la participación de Policías Federales y miembros de las Fuerzas Armadas con el objetivo de liquidar la organización de la normal rural de Ayotzinapa.
Según la revista Proceso “Aún más, de acuerdo con la información obtenida por Proceso en la Normal de Ayotzinapa, el ataque y desaparición de los estudiantes fue dirigido específicamente a la estructura ideológica y de gobierno de la institución, pues de los 43 desaparecidos uno formaba parte del Comité de Lucha Estudiantil, máximo órgano de gobierno de la escuela y 10 eran “activistas políticos en formación” del Comité de Orientación Política e Ideológica (COPI).”
La PGR manipula datos e información: peritos argentinos
Según los peritos argentinos las evidencias que usa la PGR para obtener su versión fueron manipuladas. Los fragmentos de huesos que fueron encontrados en el basurero “llamaron la atención de los peritos pues había uno llamativo, poco quemado, grande y bien conservado”, que de inmediato llamó a todos la atención.
Según los voceros de dichos investigadores “nunca les fue mostrado un documento clave: la cadena de custodia que debían de haber firmado los marinos que supuestamente encontraron el hueso al momento de entregarlo a PGR. Aunque han solicitado a las autoridades en reiteradas ocasiones ese documento siguen sin conocerlo.”
Para este equipo de investigación las imágenes satelitales que son usadas para demostrar el fuego con el que fueron calcinados los 43 normalistas fueron obtenidas “en fuegos anteriores al menos desde el año 2010. Por lo tanto, las fotos satelitales indican que interpretar la evidencia recogida en la zona baja del Basurero por peritos de la PGR y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como un solo evento de fuego ocurrido según PGR el 26 de septiembre del 2014, refleja una lectura parcial de la evidencia recolectada en dicho lugar.”
En un comunicado también señalan que no puede darse por concluida la investigación toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencia tanto por los peritos de la PGR como del EAAF. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y toda evidencia asociada a ellos. Esta tarea llevará varios meses más de trabajo. |