Es aproximadamente el 5% de todos los colegios que imparte enseñanza básica, quienes peligran su posibilidad de seguir funcionando.
Este jueves 17 en la Agencia de Calidad de la Educación, se presentaron los resultados de evaluación de aprendizaje del SIMCE del año 2017. Estos fueron entregados en la Escuela León Humberto Valenzuela de la comuna de Maipú. Resultados a los que se puede acceder en la plataforma digital de la entidad.
Según medios, "en el área de Matemáticas, el promedio en 2016 fue de 260 y en 2017 fue de 261. El promedio nacional fue de 266 en ambos años, por lo que no presentó mejora. En Historia, Geografía y Ciencias Sociales, a nivel nacional pasó de 250 a 251"
Los resultados entregados, en relación a las pruebas SIMCE aplicadas el año pasado a estudiantes de 4° básico, 8° básico y 2° medio, reflejaron que una cantidad de 454 escuelas fueron evaluadas dentro de la categoría insuficiente, vale decir, bajos rendimientos académicos.
Según el MINEDUC frente a las debilidades evidenciadas en estos colegios, de no revertir la situación en 4 años académicos, existe la posibilidad de que puedan ser cerradas, según la ley de aseguramiento de la calidad.
El Gobierno de la Nueva Mayoría había enviado un proyecto de ley para ampliar y extender el plazo para mejorar los resultados SIMCE, pero el actual Gobierno de Sebastián Piñera retiró esta propuesta para mantenerlo durante 4 años, pero ¿es realmente la solución para medir la calidad de la educación, extender el plazo para mejorar los puntajes SIMCE?
¿SIMCE un real medidor de la calidad de la educación?
Las pruebas del SIMCE responden justamente a un modelo de evaluación que solo mide la asimilación y la reproducción, por otro lado, los contenidos a evaluar en el SIMCE no son resultados de las experiencias de aprendizaje en el aula, y además son instrumentos de evaluación diseñado por “expertos”, muchas veces ingenieros que su foco está fundado en intereses de mercado y no en registrar los procesos de enseñanza con la complejidad y diversidad que posee el proceso educativo.
Para terminar con las evaluaciones punitivas e impositivas, es necesarios cambiar las condiciones en las cuales se desarrollan las experiencias de aprendizajes y algunas de las transformaciones principales para que exista una mejora real a la calidad de la educación, responde al paso al Estado, irrestricto, de establecimientos educacionales con financiamiento permanente e integral según las necesidades de cada unidad educativa, y no según pruebas estandarizadas que desestabilizan los procesos de enseñanza, influyendo en su financiamiento.
Terminar con este tipo de pruebas como el SIMCE, iría de la mano con democratizar las escuelas, incluso los contenidos, donde las decisiones estén guiadas no como en la actualidad por paradigmas despóticos, sino por participación democrática de los estamentos en los cuales no solo se decidan los ámbitos pedagógicos, protocolos de acoso sexual, educacion no sexista, sino también todas las áreas del quehacer educacional, curricular, extraescolar, entre otros.
Para evaluar los procesos de enseñanza, no solo es necesario arrancarle estas decisiones al autoritarismo escolar y a los expertos de los gobiernos de turno, sino desarrollar cambios que signifiquen cuestionar los pilares de la municipalización de la educación, herencia de la dictadura que tiene la calidad del aprendizaje en una crisis que día a día mantiene a las unidades educativas subordinadas a resultados que pueden desestabilizar no solo el acceso a la educación de estudiantes y familias, sino empeorar las condiciones de trabajo de profesores y asistentes de educación.
En este sentido,los cierres de escuelas son sinónimo o expresión de un empuje hacia la cesantía del conjunto de trabajadores de la educación,"porel simple hecho" de no subir el puntaje en las pruebas del SIMCE, cuestión que es verdaderamente inaceptable. |