“En estas escaleras hoy se reúnen 82 mujeres en representación de las 82 directoras que las han subido [defendiendo una película] desde que comenzó el festival de Cannes en 1946. En el mismo período de tiempo lo han hecho 1.688 directores hombres".
Así empezó el discurso de las cineastas en la alfombra roja del Festival de Cannes que comenzó el pasado 8 de mayo y finaliza el 19. El documento leído en inglés por Cate Blanchett, actriz y presidenta del jurado de esta edición, y en francés por Agnès Varda, quien a su vez presentó Una canta, la otra no , sobre el derecho al aborto.
De las veintiún películas que compiten por la Palma de Oro este año, por ejemplo, los programadores eligieron sólo tres dirigidas por mujeres, y en 70 ediciones, solo una película dirigida por una mujer ha ganado el premio principal. Ya el año pasado las mujeres se bajaron de los tacos altos en protesta por la desigualdad y ante el protocolo que las obliga a usarlos.
En esta edición también estuvo presente el repudio al ataque y asesinato de palestinos que se manifestaban en contra del traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén el pasado lunes.
El repudio a este brutal ataque estuvo de la mano de la actriz franco libanesa Mana Issa, quien mientras caminaba por la alfombra roja presentando Solo, a Star Wars story , rompió el protocolo sosteniendo un cartel que decía “Stop the attack on Gaza” en alusión a los más de 60 manifestantes palestinos que murieron por disparos israelíes el día que se inauguró la nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén.
La situación en Gaza también fue abordada en Cannes con Samouni road , documental sobre la masacre de 29 miembros de una familia en 2009. El filme del italiano Stefano Savona, que mezcla entrevistas a los sobrevivientes y planos de los lugares.
A su vez este es el primer año que los palestinos tienen su propio pabellón en el Festival de Cannes, donde muchos países tienen presencia para promover sus industrias cinematográficas. Allí mismo organizaron un círculo para hacer un minuto de silencio donde se unieron algunos realizadores y actores como Benicio del Toro. "Es una locura estar aquí con las películas, con los realizadores, hablando de nuestros planes para el futuro mientras nuestros hijos y familias sufren el ataque israelí contra ellos", dijo el productor y director de cine palestino May Odeh.
Más allá de las intenciones de sus organizadores, en numerosas ocasiones protestas políticas irrumpieron en los escenarios de este Festival. A través de pancartas, discursos en presentaciones de películas o movilizaciones, se sucedieron distintos reclamos. Hace 50 años, al calor del Mayo Francés, destacados cineastas como Godard, Truffaut, Malle, entre otros, ocuparon la sala y promovieron la suspensión del evento como forma de manifestar la solidaridad con la lucha obrera-estudiantil. Más allá de los cóctels y la alfombra roja, el mundo del cine y la cultura no pueden permanecer aislados de una realidad con múltiples conflictos políticos y sociales. |