Martín Kohan es escritor, ensayista y docente universitario. Entre sus últimos libros de ficción se encuentran Fuera de lugar, Bahía Blanca y Ciencias morales, por el que ganó el Premio Herralde de Novela. Entre sus ensayos, 1917 (publicado para el aniversario de la revolución rusa), Ojos brujos y El país de la guerra.
La “proeza comunicacional” de Cambiemos
Sobre la comunicación y el discurso del gobierno, el escritor dijo “Me sigue llamando la atención el modo en que se presenta la no-ideología, primero como posibilidad y segundo como virtud. La idea de algo que se pretende como “limpio y depurado”, algo que solo puede sonar bien intencionado dado que no está teñido ni contaminado por la ideología (…) de un modo perturbador lo que estarían haciendo es no pensar nada, cosa que es falsa y verdadera a la vez”.
Y continuó: “Ni siquiera se atribuyen la lucidez de haber encontrado el camino: había uno solo y su mérito es la sinceridad. Decir que es el único camino suspende la consideración si es bueno o malo”
“La intervención de los escritores es su literatura”
“¿Qué pasa cuando un escritor encuentra la posibilidad de una intervención intelectual? Hay una distinción necesaria: no todos los intelectuales son escritores y no todos los escritores son intelectuales. La intervención política tiene que ver con la posibilidad de tomar posición públicamente desde una determinada concepción intelectual”, dijo sobre la relación entre intelectualidad y la práctica política.
1917: los hombres de acción y una mirada al sesgo
En su último ensayo, 1917, Martín Kohan elije desarrollar una serie de artículos donde pone el eje no en los grandes hechos del proceso revolucionario sino en pequeños episodios, casi detalles, en la vida de Lenin y Trotsky.
"La dimensión de los detalles me interesan en la medida en que introducen ciertos aspectos concretos que yo presumo reveladores.”, declaró Kohan, consultado por esa elección.
“Los hombres de acción, Lenin y Trotsky, de práctica política, también eran hombres de lectura y escritura”, continuó.
“Su práctica de reflexión de escritura no es menor respecto a su acción (…). 1917 no va a los detalles porque va al anecdotario. La escritura de Lenin y Trotsky no es la fase anecdótica de su práctica política, es el soporte y al mismo tiempo el combustible de esa misma práctica”, profundizó.
Mundial y política: “No hay la correlación que se le supone”
Sobre la relación que hay entre el clima social político y el clima mundialista dijo: “La idea de que la gente se olvida de sus problemas porque hay un Mundial, es al mismo tiempo una sobrestimación del Mundial y una subestimación de los problemas”, declaró. |