Foto: Antonio Litov
Este domingo los inmigrantes que están llevando a cabo el encierro en la antigua escuela Massana de Barcelona, realizaron una manifestación por el centro de la ciudad junto a numerosos colectivos sociales, organizaciones políticas y demás plataformas de inmigrantes y refugiados.
La protesta por las calles de Barcelona, convocada tras más de un mes de lucha por la defensa de los derechos de los inmigrantes y contra el racismo institucional, arrancó a las 12 de la mañana en plaza Catalunya. Entre las organizaciones que dieron apoyo a los colectivos de inmigrantes e impulsaron la manifestación se encuentran plataformas como Tras la Manta, Tanquem els CIE’s, Stop Maremortum, SOS Racisme, Papeles para todos, entre otras muchas más a nivel estatal; además, también de otras organizaciones políticas de izquierda como la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras y agrupaciones de mujeres como Pan y Rosas.
Durante todo el recorrido, la manifestación tuvo en la denuncia al racismo y la derogación de la Ley de Extranjería las principales exigencias, tal y como se podía observar en la pancarta de la cabecera.
Además, otros cánticos como “Cap persona és ilegal” (Ningún ser humano es ilegal) o (perseguid a los banqueros, no a los manteros) se hicieron escuchar entre las más de dos mil personas que acudieron a solidarizarse y mostrar su repulsa contra el creciente racismo institucional y en exigencia por los derechos de todos los inmigrantes.
Tras más de dos horas de protesta y recorrer una de las principales arterias como La Rambla y parte del Raval, uno de los barrios más pobres de Barcelona y donde se ven obligados a vivir de forma hacinada la mayoría de inmigrantes, la manifestación concluía en la antigua escuela Massana donde se leyó el manifiesto en exigencia. Acto seguido, el numeroso colectivo de inmigrantes proseguía con el encierro, además de celebrar una asamblea en la que decidir como seguir con la protesta contra el creciente racismo institucional y exigir el acceso a los derechos fundamentales que les son negados por la legislación de extranjería.
La intención es no abandonar el encierro hasta que haya respuesta a sus reclamaciones por parte de las instituciones, es decir: Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Catalunya y Gobierno central. Cabe destacar, además, que entre sus principales reivindicaciones destacan la de la obtención de los "papeles" para legalizar su situación sin necesidad de tener un contrato de trabajo, el derecho a la sanidad pública para todos los que están en situación "ilegal" o el cierre inmediato de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE’s). También exigen acelerar los tramites de empadronamiento o el aumento de las citas previas para gestionar documentos. Algo, sin embargo, muy lejos de los intereses del “Ayuntamiento del cambio” en Barcelona, mucho más por parte de Generalitat y Gobierno español.
Y es que mientras Ada Colau y su equipo municipal hacen bandera de ser una ciudad de acogida y opuesta a las políticas migratorias reaccionarias de la UE, el Ayuntamiento sigue manteniendo trabas administrativas para miles de inmigrantes o refugiados. Además de contribuir en el envío de muchos de ellos a los Centros de Internamiento a través de las detenciones de la Guàrdia Urbana, pese a defender el cierre de los mismos CIE’s.
Sin duda, es necesario que todas las organizaciones de izquierdas, sociales, sindicales y políticas redoblen su solidaridad e impulsen nuevas movilizaciones independientes en apoyo para que las luchas por la defensa de los derechos de los inmigrantes y refugiados puedan empezar a fortalecerse y plantar cara a las políticas migratorias de la UE y las reaccionarias leyes de extranjería. |