Es muy duro para un director técnico dirigir al Guadalajara, expuesto siempre a los ataques mediáticos de seudoperiodistas que en lo general tratan hundir la percepción que el público tiene de este equipo de tradición histórica.
Los mismos medios ocultan las miserias de los funcionarios de Televisa Deportes tanto en el mal desempeño del América como en el de la Selección Nacional, pues no es el éxito deportivo su objetivo sino los grandes negocios por estratosféricos fichajes (de jugadores de mediana calidad por lo general y la publicidad generada a traves de la TV, agregando recientemente las apuestas “En Caliente”. Allí está el negocio, no en las canchas.
Expuesto, por supuesto, al aislamiento deportivo por no ser parte del sistema de trasiego de jugadores extranjeros debido a su política tradicional de alinear sólo jugadores mexicanos. Les niegan jugadores buenos y se los sobre-cotizan como si fueran para un equipo europeo. Por el contrario, la cantera de Las Chivas siempre está desbordante y es de donde abrevan no sólo el equipo de primera división sino muchos de los competidores, de los llamados equipos chicos.
Y así les pagan
El dueño del equipo, Jorge Vergara, es conocido por su incapacidad para mantener una administración coherente del equipo, por su intolerancia ante los entrenadores a los que les da poco tiempo para consolidar su trabajo. También porque sus socios, como su ex-esposa y ahora José Luis Higuera, les comen el mandado y hacen cosas por su cuenta.
Este último, un advenedizo, dueño de un equipo de futbol de segunda división y que mantenía (¿o mantiene?) lazos con la gente de Televisa. Él fue quien contrató a Francisco Gabriel de Anda, exfutbolista con estudios de administrador de equipos, pero que su incapacidad (y sus buenos contactos) lo llevaron a colocarse de comentarista en ESPN, solo se puede decir que Paco Gabriel supo hacer la tarea sucia.
Al parecer una vez más Higuera tiene que ver con medidas “antichivas” que perjudican el paso del equipo y decidió junto a De Anda impulsar la salida del pelado Almeyda del equipo, justo cuando salvaba un mal año, ganando el torneo de la “Concachampions” y clasificando al Mundial de Clubes en las barbas del “Ame”, ese “equipazo”, dicen, que se desinfla ante cada partido importante.
Por eso, además de las emotivas muestras de apoyo de los jugadores que compartieron con él los altibajos de un grupo joven que aún no se acaba de de consolidar, la “nación chiva” comenzó a mandar su protestas en redes, pidiendo la salida de Higuera y exigiendo que Vergara venda el equipo, porque abominan la exclusión de Almeyda quien en su corto periodo de trabajo (menos de tres años) ayudó al rebaño a conquistar cinco trofeos, nada más. Ser Chiva, es estar expuesto a diversos ataques, de dentro y fuera de la organización, y Almeyda no fue la excepción.
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