Foto: el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini; el primer ministro italiano, Giuseppe Conte; el líder del Momimento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, y el secretario del Consejo de Ministros, Giancarlo Giorgetti, posan para una foto en el Palacio de Chigi, en Roma
El nuevo primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, juró este viernes el cargo ante el presidente, Sergio Mattarella, y le siguieron los 18 ministros de su Gobierno, apoyado por la ultraderechista Liga y por el populista y euroescéptico Movimiento 5 Estrellas, que consumaron su llegada al poder.
El juramento tuvo lugar en el romano palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado. El primero fue Conte y le siguieron los que ejercerán como sus vicepresidentes: el líder del M5S, Luigi di Maio, también ministro de Desarrollo Económico, Trabajo y Políticas Sociales, y el jefe de la Liga, Matteo Salvini, nuevo titular del Interior, auténticos factótum del Ejecutivo.
Conte era un desconocido hasta hace pocos días y todo hace creer que las decisiones políticas reales las tomaran Salvini y Di Maio que se reservaron los puestos de vicepresidentes, además de dos de los ministerios.
Luego de su jura fueron pasando, uno a uno, el resto de ministros que componen su gabinete: dieciocho en total, nueve aportados por el M5S, el partido más votado en las elecciones, siete por la Liga -uno de ellos el subsecretario de la presidencia- y tres técnicos.
El líder del M5S llegó al Quirinal en un taxi colectivo junto a sus ministros: Giulia Grillo (Sanidad), Danilo Toninelli (Infraestructuras y Transportes), Alberto Bonisoli (Cultura), Elisabetta Trenta (Defensa), Alfonso Bonafede (Justicia), Sergio Costa (Medioambiente), Barbara Lezzi (Asuntos para el Sur) y Riccardo Fraccaro (Relaciones con el Parlamento).
Los de la Liga son, además de Salvini, Giulia Bongiorno (Administración Pública), Erika Stefani (Asuntos Regionales), Lorenzo Fontana (el nuevo Ministerio de Discapacitados y Familia), Gianmarco Centinaio (Agricultura), Marco Busetti (Educación), y el subsecretario de la presidencia, Giancarlo Giorgetti.
Por último, el M5S y la Liga han elegido a tres ministros técnicos: Giovanni Tria en Economía, Enzo Moavero Milanesi en Exteriores y Paolo Savona en Asuntos de la Unión Europea.
El nuevo Ejecutivo llegó a su juramento casi tres meses después de las elecciones generales y tras haber superado varios escollos, como el reparto de carteras o la designación del primer ministro, para lo que Di Maio y Salvini consensuaron la figura de Conte.
La crisis más importante, que amenazó con un escenario de nuevas elecciones, se vivió el 27 de mayo cuando Conte rechazó el encargo de Mattarella, otorgado cuatro días antes, en protesta al veto presidencial a Paolo Savona, la apuesta de los partidos para ocupar la cartera de Economía, pese a sus duras críticas al euro y a Alemania.
Mattarella vetó sin más a Savona y en su lugar intentó imponer un gobierno técnico conducido por un exfuncionario del FMI, para enviar un mensaje sobre el euroescepticismo de la coalición y forzarlos a elegir otro candidato para Economía. El gobierno técnico propuesto por Mattarella nunca llegó siquiera a presentar candidatos y dió lugar a una nueva propuesta de parte del M5S y La Liga que es el gobierno que asumió este viernes.
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El Gobierno deberá someterse en los próximos días a la investidura en las dos sedes del Parlamento, el Senado y la Cámara de los Diputados, algo que se da por descontado pues el M5S y la Liga suman mayoría.
Mientras el resto del Europa mira desconfiado al nuevo gobierno que surge, que se podría emparentar a la versión italiana del "America first" trumpista, Salvini ya aclaró que la nueva posición del euroescéptico Savona "no es un paso atrás, sino una doble apuesta" para "revisar algunas reglas europeas" junto a Tria, el candidato para Economía.
Los próximos días, un Conte escoltado por Di Maio y Salvini deberá empezar a enfrentarse con la Europa real, y también a la guerra comercial de EEUU, mientras que al interior del país ya tienen definido un plan que incluye xenofobia y populismo de derecha.
No son pocos los que creen que Salvini utilizará el Ministerio del Interior para extender la influencia y la propaganda de su partido, la ultraderechista Liga. Algunos de sus funcionarios ya muestran el perfil que tendrán, como es el caso del ministro de Discapacidad y Familia propuesto por La Liga es un católico extremista que se opone a la inmigración, el derecho al aborto y el matrimonio igualitario.
Y una de las principales promesas de la coalición es la de expulsar a 500.000 inmigrantes, además de reducir los impuestos a empresas y grandes fortunas. |