Fotos: Elizabeth Sauno
Ante el anuncio de la llegada de miles de maestros provenientes de estados como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, las autoridades de la Ciudad de México, encabezadas por José Ramón Amieva, realizaron desde las primeras horas de este lunes un desmedido despliegue policíaco tanto en carreteras como en casetas y puntos en donde se habían convocado las concentraciones magisteriales.
Este operativo, diseñado para impedir el ingreso a la Ciudad de los maestros que buscaban llegar a la Secretaría de Gobernación para exigir la instalación de una mesa de diálogo con las autoridades federales, contó con la participación de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Federal.
La prensa nacional, fiel a su papel como instigador en contra del magisterio combativo, una vez más volvió a la carga y decenas de notas con encabezados responsabilizando a la CNTE del caos vial circularon a través de redes sociales. Lo que evitaron mencionar es que fueron precisamente los operativos del gobierno los que más afectaciones causaron, reduciendo a un carril la circulación en las vialidades que no cerraron totalmente.
A pesar de que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, aseguró días antes que la labor policíaca sería únicamente de "apoyo logístico" y que ningún elemento estaría armado ni portaría escudos o algún otro objeto, las imágenes muestran filas de granaderos totalmente equipados, así como el uso de vehículos antimotines, cerrando el paso a los maestros y a las organizaciones solidarias que acompañan la jornada de lucha docente.
Así, en el norte de la Ciudad, en la salida hacia Pachuca, la Secretaría de Seguridad Pública instaló retenes de revisión tanto sobre la autopista como en la caseta de cobro. El magisterio michoacano enfrentó bloqueos policíacos también en la carretera México-Toluca. Estos retenes provocaron largas filas de automóviles de más de una hora de espera. Lo mismo ocurrió en la calzada Ignacio Zaragoza (cuyo bloqueo buscaba impedir el paso del magisterio oaxaqueño luego de que la policía los hubiera intentado detener en Puebla), la calzada de Tlalpan y a la altura del Auditorio Nacional. Destacó la interrupción de servicio de la línea 7 de metrobus.
Las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, destino de las cuatro marchas de la CNTE también fueron blindadas con altas vallas metálicas desde el domingo por elementos de la Policía Federal.
Ante este despliegue, la sección XXII de la CNTE publicó a través de su Centro de Comunicación Social un mensaje en donde aseguraba que a pesar del hostigamiento, la movilización seguiría adelante.
Al cierre de esta nota, el magisterio había arribado a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación. Las puertas permanecen cerradas. |