Hoy se conmemora el Día Mundial del Medioambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas como respuesta a la primera ola ecologista contemporánea que tuvo lugar en la década de los 60 y comienzos de los 70.
Aunque tiene su origen en la resolución de la ONU del 15 de diciembre de 1972, la fecha se celebra desde 1974 el 5 de junio de cada año, coincidiendo con el inicio a la Conferencia de Estocolmo de 1972. Esta conferencia será conocida como la Primera Cumbre de la Tierra, encabezada por la socialdemocracia sueca y cuyo tema central fue el ambiente. Este 2018 el país huésped de la celebración será la India y su lema es “Sin contaminación con plásticos”.
Desde entonces un sector de la clase capitalista ha tratado de lucrar con la consigna del cuidado de la naturaleza, dando origen a lo que se ha denominado como greenwashing, una práctica que, a través del marketing y la propaganda, de manera engañosa busca promover la percepción de que los objetivos o las políticas de una organización o Estado son respetuosos con el medioambiente, mientras la realidad es que solo pretenden seguir amasando fortunas.
Más allá de encuentros diplomáticos entre jefes de Estado, como las llamadas cumbres climáticas, la mayoría de los Gobiernos no ha realizado compromisos sustanciales para reducir y controlar las emisiones industriales de gases de efecto invernadero, contaminación química o desechos de plásticos, algunas de las fuentes del deterioro del medioambiente.
Según un estudio de la ONU, "somos incapaces de hacer frente a la cantidad de residuos plásticos que generamos. Solo una pequeña fracción se recicla y alrededor de trece millones de toneladas de plástico se filtran en nuestros océanos cada año, dañando la biodiversidad, las economías y, potencialmente, nuestra propia salud".
En Argentina, el propio Gobierno de Mauricio Macri, que hipotecó los recursos y bienes naturales nacionales a cien años y se prepara para una mayor entrega al FMI y demás organismos financieros, se embandera con la cuestión medioambiental para la responsabilidad de todos de los individuos y no de un sistema depredador, organizado para acumular ganancias sin importar las consecuencias en la sociedad y la naturaleza. Para muestra bastan las concesiones a Monsanto, Barrick Gold y Chevron en Argentina, una tarea que el kirchnerismo también supo cumplir durante su Gobierno. La ley de incineración de basura de la Ciudad, aprobada por el macrismo porteño con ayuda de los diputados de Elisa Carrió y Margarita Stolbizer, es otra muestra del desprecio de los Gobiernos por la salud pública y el ambiente.
Jornada de manifestaciones en el país
Una red de luchas socioambientales que reúne a más de cien organizaciones ha convocado para hoy a una jornada de protestas en todo el país: “Los pueblos nos unimos ante la política expansionista de las multinacionales”, declaran. Entre los convocantes destacan la Asamblea Popular por el Agua de Mendoza, Jáchal No se Toca de San Juan y El Algarrobo de Catamarca, entre otros.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se reúnen desde las 14 horas en Corrientes y Florida para movilizarse luego al Ministerio de Ambiente de Sergio Bergman.